Ella suspiró contra él, sintiendo el dolor irradiar de él en oleadas. —En esta historia, eres Garfio, tratando de evitar que el malo cause más daño, al igual que Mick Quería razonar con ella, decirle algo para poder convencerla de que no era tan noble como ella creía pero no lo tenía en él. No podía soportar responder a nada. Él simplemente colocó sus labios carnosos en su frente. Esa era la única respuesta que iba a recibir en lo que se refería a ese asunto en particular. No estaba segura de qué la poseyó para abrir la boca. De lo único que estaba segura era de que no podía esconderse más, la verdad tenía que salir a la luz. —Cuando tenía tres años, mi familia tuvo que lidiar con una crisis que finalmente llevó a mis padres a llevarnos a mí y a mi primo Gabriel a vivir a los Estados