4 Que chiste.

1007 Words
Noemí. Mito sus ojos una y otra vez y estalló en carcajadas. Tal parece que se le pasó el enojo y ahora quiere bromear conmigo. -Ja ja ja - mis lágrimas corren por mis mejillas y no puedo parar de reir- Te pasaste ja ja ja, casi casi te creí ja ja ja Me sirvo un vaso de agua tratando de calmarme después de reírme como cinco minutos. Hacia mucho no me reía así. Tony ya abandonó la cocina y yo sigo preparando la leche de mi pequeño. Cuando llegó a la mesa lo veo sentado mirando a su hijo con amor y le pido a Eze para darle su cena. Me lo entrega con cuidado porque aún es muy pequeño y me siento a alimentarlo. Cada tanto paso un dedo en sus mejillas llenas de pecas como las de Renata y me parte el corazón. Termina el biberón y saco sus gases. Cuando lo acomodó veo a mi amigo abriendo las cajas de pizza, pero su rostro está completamente serio. -No era una broma, Nicole- me mira directamente a los ojos. Busco un no se que. Algo que indique que miente, que es lo que está pasando y no hay nada, absolutamente nada. -Tu no puedes hablar enserio. Renata era mi mejor amiga en el mundo, Anthony. ¿Porque me pedirías eso?- es lo primero que surge. -Porque nunca estoy cerca de cualquier otra mujer y no me creerian- responde sin más. -¿Quién no va a creerte?- tomo su mano por encima de la mesa- Nadie va a creerte porque era mi amiga. Jamás podría estar con la persona que mi amiga más amó, Tony. No se que pasa por su mente, como puede siquiera sugerir algo así y necesito respuestas. Se suelta de mi toque y comienza a caminar de un lugar a otro del comedor. -Si tu no me ayudas me van a quitar a quitar a mi hijo, Nic- sus ojos se llenan de lágrimas. Acomodó a Ezequiel en mis brazos y luego lo llevo a su cuna. Prendo su radio portátil, la cámara y tomo el monitor antes de regresar a la sala. Su dormitorio está decorado de celeste y lleno de fotos de su mamá, mi amiga, en cada mes de embarazo. Su cuna blanca con chichoneras fue decorada con amor, con tanto amor que no puedo creer que no esté aquí para verlo. En el comedor, Tony se encuentra sentado en una silla tirando de su pelo crespo con desesperación y se incorpora al instante cuando pongo el monitor en la mesa haciendo un ruido seco. -Tienes que ayudarme, por favor, Nic. - comienza a suplicar de inmediato al percatarse de mi presencia. -Primero que nada me vas a explicar que esta pasando. Detalladamente, Anthony. - exijo. -Sus padres me dijeron que si no me caso me van a sacar a Ezequiel porque no voy a ser capaz de cuidarlo. Les dije que podía solo, pero insisten en que no una y otra vez. -Eso no es suficiente para que te quiten a tu hijo y tu y yo lo sabemos muy bien. Te voy a contactar con el mejor abogado que tengo y vas a iniciar desde ahí. No voy a acceder a esto. -No quiero tu dinero, Nicole. Quiero que me ayudes con esto. - me recrimina. -Y te voy a ayudar, pero no voy a fingir que me voy a casar contigo para nada. -No lo entiendes. No entiendes nada. - se para enojado- Ellos me odian, Nic. Van a buscar todas las herramientas que tienen y me van a quitar a mi hijo. -¡No pueden quitarte a tu hijo, porque tienes todo el derecho a conservarlo contigo, Anthony!- yo también me enojo - ¡Tu solución no puede ser traicionar la memoria de mi mejor amiga! -No vamos a traicionar nada, Nic. Te lo puedo asegurar. Sus palabras me duelen por muchas razones y cualquiera es peor que la siguiente. Sus ojos no me dicen nada y ya no se a quien tengo enfrente. -Te voy a pasar el contacto y vas a tratar de hacer las cosas del modo correcto, sino ya veremos como puedo ayudarte, pero eso no, Anthony. -Lo voy a intentar, Nicole- suspira profundamente- Pero quiero que me asegures que lo vas a pensar. -Mi abogado va a hacer todo esto como corresponde. Nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres. Me pego media vuelta luego de tomar mi bolsa y abandono su apartamento a la carrera. Se que dijo que necesita mi ayuda, pero este no es el medio para lograr conservar a su hijo. Tiene que entender que no puedo traicionar la memoria de mi amiga de este modo. Camino a mi auto y me subo frustrada. Creí que ver a mi ángel me traería la paz que necesitaba después de que mi amiga se fuera, pero lo que hizo fue perturbarme. Conduzco hasta la casa de mis padres y busco la agenda para pasarle el contacto a Tony. Luego realizo una llamada detrás de la otra. -Buenas noches, doctor Suárez. -Buenas noches, señorita Marín. ¿A qué tengo el placer de servirle a esta hora? - me interroga el abogado y veo el reloj en mi pared. Son las 11 de la noche y golpeó mi rostro porque en verdad es tarde. -Seré breve. Mi amigo Anthony Urquiza va a ponerse en contacto con usted. Todo lo que sea necesario para ayudarlo lo hace y me pasa los honorarios. -Esta bien. Ya anoté el número. ¿Alguna demanda en especial?- pregunta con seriedad. -Va a ser respecto a la custodia de su hijo, asique haga lo posible para que la conserve y me mantiene al tanto. -Esta bien. Buenas noches. -Buenas noches. - y corto para buscar el otro contacto y dar a la tecla verde sin dudar. -Buenas noches ¿Qué pasó Nic? -Buenas noches. Eso mismo quiero saber yo. ¿Qué pasó para que quieras alejar a tu nieto de su padre?
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