Habían transcurrido dos días desde que Altair llegó a la casa de sus padres, dos días en los cuales su padre y sus tíos no habían dejado de celebrar que ella haya regresado, y en ese tiempo no vio la oportunidad de sentarse a hablar con ellos. Con el ritmo de vida que ellos llevan no le dan tiempo a buscar el momento propicio para apartarlos y hablar con ellos un tema tan serio; pero el tiempo le estaba ganando, ya debía partir al día siguiente. Leslie le había enviado la información completa del lugar donde sería la locación, y en el mensaje le impuso que debía estar antes del mediodía allí.
Sentada allí al pie de la piscina, observaba en silencio como ellos llevaban la vida, no los criticaba pero el tiempo apremiaba, le estaba ganando.
—Amor —su madre llamó su atención, dejó de ver a s
