Altair, al ver a su padre abandonar la habitación con la firme decisión de acompañarla, en seguida vislumbró el futuro que le esperaba. No vio nada distinto a su padre intentando controlar todo a su alrededor. lo que representaría un obstáculo que no le convendría. No quería verlo de ese modo, pero ante lo atravesado de su carácter y ese espíritu sobreprotector que deja ver por cuidarla, no podía esperar un resultado distinto. Rogó en silencio que no pasara de ahí, de un obstáculo momentáneo. No podía impedir que fuera con ella. Le tocaba aceptar lo que parecía convertirse en un caos.
—Vamos —le pidió a su padre apenas estuvo en la planta baja de la casa—. Voy a perder el vuelo —le anunció a su padre mostrando impaciencia. Aleskey yacía sentado en total relajación en la sala de estar.
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