—Perdón, mami —dijo Barbi. —No te preocupes, mi amor. Sé que lo intentaste. Pero, em… le prometimos a Magdalena que, por hoy, respetaríamos sus métodos. A pesar de que los encuentro… em… cuestionables, lo vamos a hacer. Ella se mostró comprensiva con mis métodos, a pesar de que en un principio no los aprobaba. —No pretendo que apruebes mis métodos —dijo mi madre—, pero agradezco que al menos te hayas tomado la oportunidad para ponerlos a prueba. —Lucy, tenés que volver a tu lugar —le dije. —Oh, qué lástima, otra vez tengo que interrumpir esto… con lo bien que la estaba pasando. Ella se apartó de mi hermano, pude notar que a Magnus no le hacía ninguna gracia tener que abandonar a su amante por segunda vez; pero en esta ocasión no protestó. Sabía que era inútil. Nosotras seguiríamos con