—¿Ahora mismo? Reconozco que sí. Barbi es una chica muy linda, y tu papá está muy bien dotado. No soy tan ingenua, reconozco que es un espectáculo digno de ver. La pija de Nacho entraba y salía a un ritmo aceptable, todavía no era una cogida en toda regla, al menos no como las que este hombre es capaz de dar; pero estaba bastante bien para una concha primeriza como la de Barbi. Bah, primeriza es lo que yo creo, porque me imagino que solo se la cogieron una vez; quizás me equivoque. Quizás ya se la cogieron muchas veces. Lo dudo, pero no es imposible. Yo estaba en una posición privilegiada, podía ver todo desde cerca, y estaba disfrutando a pleno del cuerpo de Lourdes, mis manos no se detenían ni por un segundo, iban desde las tetas a la concha, ida y vuelta. Ocasionalmente Lourdes giraba