Estaba de pie frente a toda mi familia, tal y como Dios me trajo al mundo: completamente desnuda. Les di unos segundos para que pudieran admirar mi voluptuoso cuerpo. Mi madre sonreía, pero a la vez evaluaba la situación, lo supe porque era la única que en lugar de mirarme, observaba las reacciones de los demás. Mi primo Ariel dio un apretón a su pene por encima de la tela del bóxer ¿qué fantasías locas recorrerán su cabeza? Por lo que aprendí de los hombres en estos últimos días, sé que muchos sólo pueden pensar en sexo al ver una mujer desnuda, aunque ésta sea de su propia familia. No sé a cuántos hombres en el mundo le ocurriría esto, pero sí le pasa a muchos de los hombres que yo conozco. Tomé asiento, mi tía estaba mortificada, al estar directamente frente a mí podía ver claramente t