El beso de Jesse es profundo, intenso e incluso sofocante, su aliento sabe a menta, debo admitir que besa muy bien y ni que decir de su aroma, es delicioso.
Su lengua juega dentro de mi boca, es como si tratase de llegar hasta mi garganta, Jesse aferra más su agarre a mi cintura y el beso se vuelve aún más intenso y estúpidamente lo correspondo sin objetar, al contrario, lo estoy disfrutando.
Jesse separa al fin sus labios de los míos y yo solo trato de que mi respiración se escuche normal.
Carraspeo después de aquel intercambio, sus manos aún envuelven mi cintura y de pronto me doy cuenta de que mis dedos se encuentran aferrados a sus brazos, al notarlo lo suelto de inmediato y bajo la mirada antes de que pueda notar el sonrojo en mi rostro.
—Arnold te llevará de regreso, quiero que c
