— Cálmate y hablemos ¿sí? Intento ser paciente, pero verla cubrir sus hermosas curvas con ese vestido que -a mi parecer- no le hace justicia a su belleza, me dice que no hablaremos mucho menos terminaremos con lo que apenas acabábamos de empezar. — ¿Qué me calme? ¡Tienes a una mujer viviendo en tu casa! Y estoy más que segura que no es parte de la servidumbre. — Melody — ¿Cuánto tiempo te pedí que me dejaras mudarme contigo? Siempre he recibido negativas y ahora veo el porqué. — Estas exagerando, Ella está aquí hasta que resuelva unos problemas. — Eli — posa ambas manos en mis mejillas y me mira fijo — ¿tú me amas? — pregunta de la nada y trago grueso ¿Qué le respondo? Imposible que le diga que sí, pues no lo hago, pero si le digo que no, armara un escándalo que ni