28 de noviembre, 2020. Las siete de la mañana y aquí todo es un caos. Los ruidos provenientes de la planta principal y del jardín se escuchan hasta mi habitación, por lo que bufo y tapo me cabeza con la almohada para minimizar los sonidos y funciona, por lo menos hasta que los golpes en la puerta terminan por despabilarme. — Señorita, lamento despertarla, pero están pidiendo su presencia para comenzar con los detalles. Eda ingresa a mi habitación y bufo. Descubro mi rostro y la veo parada en el umbral esperando alguna respuesta de mi parte. — ¿no puede ser más tarde? La boda es hasta mañana y anoche no he podido dormir bien. Con una sonrisa de pena niega y vuelvo a bufar, anoche realmente no pude pegar un ojo sino hasta las cinco de la mañana. Una vez más, la bestia atormentab