POV Gabriel
—¿Cómo que tu padre? ¿A qué te refieres con que tu padre te golpeo ? Creí que vivías solo.
—Y lo hago, señorita Brunela, vivo solo. Sin embargo, tengo un padre al cual visito regularmente —respondo cabizbajo.
—Entonces no vive contigo, pero no entiendo por qué te golpeó. Mira cómo te dejó el ojo y ese pómulo, no fue un accidente, lo hizo adrede. ¡Te agredió! —exclamó ella con molestia.
—La culpa fue mía, señorita. No culpo a mi padre, en todo caso debí haber esquivado su golpe.
—¿De qué estás hablando, Ariel? Ese hombre te agredió. Deberías ponerle una denuncia o, en todo caso, encerrarlo en un manicomio por orate.
—Más o menos, es el lugar donde está —contesta suspirando—. Y entonces, Brunela me mira confundida, tratando de entender lo que le había contado.
—¿Cómo dice
