Una cosa es hacer de cuenta que nada importa, y la otra aceptar que las personas se equivocan, al igual que yo. El punto claro en todo es que el hombre a mi lado se notaba arrepentido de lo que dijo, asumiendo que se le escapo decirlo, o fue presa del pánico, o lo que sea, en definitiva no puedo ser dura con él. Otra cosa muy clara es que debo tomar distancia, sé de primera mano que mi hermana hará cualquier cosa en mi contra si se llega a enterar de todo este enredo. Evidentemente el más beneficiado de todo este embrollo a sido Peter, esta de risa y risa con el amigo del señor que me acompaña, claro que ya se su nombre, pero de solo mencionarlo se me vienen muchas cosas en la cabeza, que sin duda alguna ninguna es buena. No soy una mujer de exceso de amigas o de las típicas que hablan de