Alejandro
Equivocada o no, esta mujer con el solo hecho de estar a mi lado me hace sentir cosas que creí que no sentiría, que solo estaban en los libros de los escritores románticos, pero ahora yo lo experimento en carne propia.
Al final la bandera de la paz está flameando entre nosotros, ella no me estaba rechazando, pues pudimos tener una cena juntos y además estaban aceptando la ayuda que le brindamos junto a mi primo Abel.
El día de la cena, encontramos a una persona de las que no suelen ser deseables, me dijo mi primo que Peter le comento que esa mujer que nos vio en la cena, era una amiga de la madre de ellos, y que sin más le dio información de su paradero, gracias a Dios no pudo ver a Peter sino las cosas de verdad que se hubieran puesto difíciles.
Mi padre me llamo al siguien
