«No confíes en nadie» escuché de nuevo aquella voz femenina, sonaba melancólica, daba pena. «No confíes en...» no logre escuchar, sin embargo, sabia que esa voz trataba de decirme algo importante, no quería que confiara, pero. ¿En quién? Desperté, abrí los parpados, sentí que había dormido demasiado, incluso me sentí cansada, intente levantarme, pero algo me detuvo, un brazo de Markuz, estaba alrededor de mi abdomen, gire un poco, él aún dormía plácidamente, su respiración era serena y tranquila. Contemple su rostro, parecía un ángel o quizás un demonio hermoso, su rostro parecía esas figuras blancas de mármol que representaban hombres de la antigüedad, quizás, griegos, no lo sabia exactamente. Había algunas cosas que sabia, información que en mi situación no me servía de nada, pero qu