—¡Deja de sonreír o voy a golpearte! —me advirtió Lilly, mientras caminábamos hacia la cafetería.
—Déjala en paz, bruja. Que está maquinando un maquiavélico plan para violar a Seth —dijo Dereck, empujándome con su brazo.
—¡Oh cállate, pelirrojo! —le advertí.
—Aun no entiendo que es lo que te gusta de ese nerd —Lilly se estremeció, haciendo una mueca—. Es tan... nerd.
—Es diferente —admití—. Ningún chico de por acá se compara con él.
—Gracias por lo que me toca, amiga.
—Sabes que te quiero, Dereck —le sonreí y besé su mejilla.
Mi móvil vibró en la bolsa trasera de mis jeans, lo deslicé fuera y leí el mensaje.
De: Número desconocido
Recibido a las: 12: 09 pm
¿Por qué sonríes tanto, Camarón?
A veces logras asustarme.
Puse los ojos en blanco mientras mandaba una rápida respuesta. Era increíble como este idiota lograba cambiarme el humor tan rápido.
Para: Número desconocido
Entregado a las: 12: 10 pm
Camarón tu abuela.
Vete al carajo, acosador.