Zoe Pov
—¡Oh! Zoe—mi profesora de literatura negó con la cabeza cuando entré al salón de clases.
Me limité a sonreír y a encogerme de hombros.
—¿Otra vez surfeaste sin bloqueador? —preguntó, ante mis mejillas rojas por las quemaduras del sol del sábado anterior.
—¿Qué puedo decirle, profesora? Amo el mar —contesté con alegría.
Alejé los mechones de cabello que cubrían mi rostro, para así, mostrar mis quemaduras con orgullo.
Y sí, estoy loca lo sé.
Caminé hacia atrás, incapaz de no mirar a Seth, quien me observaba con curiosidad. Mi corazón dio un vuelco; de algo habían servido las quemaduras, después de todo. Seth estaba mirándome. Me senté al lado de Dereck, y me eché a reír cuando Lilly entró.
—¡Oh! Lilly —volvió a decir la profesora cuando la vio en las mismas circunstancias en las que yo estaba.
—¡Amo el mar! —se limitó a contestar la castaña antes de caminar hacia atrás.
—¿Alguien más entrará luciendo como un camarón o ya puedo comenzar? —dijo la vieja mujer, poniéndose de pie—. De acuerdo, imagino que aquí ya todos debieron de leer la Odisea.
Pequeños murmullos en el salón dieron a entender que nadie la había leído, a excepción de Seth, claro. Quien se encontraba levantando su mano.
—Oh Dios mío, ustedes son la vergüenza de todos los dioses del Olimpo —alargó la mujer, sacudiendo la cabeza, quien tenía una seria obsesión con la mitología griega. Pensándolo bien, ¿Estaría emparentada con la madre de Seth?—. Para el próximo lunes quiero un ensayo de tres mil palabras sobre la Odisea, trabajarán en equipo y el que no lo haga, puede darse por quedado.
Miré a Dereck y después a Lilly.
¡Oh mierda! Si ellos eran mi equipo, ya estaba quedada.
—Lilly, tú trabajarás con Matt —comenzó la mujer—. Laura, tu pareja será Ariana. Dereck, trabajarás con Marcos. Seth, tú irás con Zoe.
Me desconecté ahí, cuando escuché la última pareja, la profesora seguía hablando, pero yo sólo podía ver como Seth dejaba caer un libro al suelo.
Trabajaría con Seth Johnson. Ya podía morir en paz.