Seth Pov
Al principio, venir a la playa me parecía una mala idea; desde que perdí a Megan, todo me parecía mala idea, simplemente no podía con la idea de no volverla a ver jamás.
Pero ahora ... al ver a la pequeña y extraña Zoe, corriendo con una tabla de surf hacia las olas junto a Lilly y ese pelirrojo, cambió mis expectativas sobre mi posible y aburrido sábado; así, si una ola la arrastraba, debería con qué fastidiarla después.
—¿Binoculares? ¿En serio? Estás llegando a una nueva etapa de acosador, amigo.
Bajé los binoculares y observé a Matt, quien vestía unos shorts, un abrigo y unas sandalias.
—Abrigo ... ¿En serio? —Contesté, llevando los binoculares a mis ojos para ver a Zoe entrar al agua.
Matt se sentó a mi lado, abrazando sus rodillas a su pecho.
—Es para evitar el cáncer en la piel —arguyó—. Está buena.
—¿Quién?
—Zoe, mira que culo oferta—. Y con ese bikini rosa ...
—Matt —lo detuve, viéndolo fijamente—. No me interesan los detalles.
—Acepta que te gusta y te dejaré en paz.
-No. Yo. Gusta.
—Claro que sí. Si no fuera así, no la acosarías tanto.
—Me gusta fastidiarla, ya te lo he dicho, animal.
—Yo sólo voy a decirte algo —alargó, recostándose sobre sus codos en la arena—. Yo los declaro, acosador y mujer.