Yo los declaro acosador y mujer

Capítulo 14

Lilly había hecho magia con mi cabello, el cual lucía lo bastante decente para poner mi plan de conquistar a Seth en acción.

Inhalo y exhalo lentamente antes de llamar a su puerta. Su madre vuelve a abrirme y me invita a pasar sin siquiera preguntarme el motivo de mi visita.

Esta vez, subo hasta la habitación de Seth sin prestar atención a las extrañas miradas que me ofrecen los dioses del Olimpo.

Me detuve frente a su puerta y acomodé mi cabello como por milésima vez, mientras enderezaba mis hombros para verme más alta y atractiva.

—¡Seth, soy yo! ¡Ésta vez no vayas a abrirme en ropa interior! —dije mientras tocaba su puerta.

—Muy graciosa  —rió sarcásticamente mientras mantenía la puerta abierta para que pasara.

Ni una mirada a mi vestuario... mierda.

—¿Ya has leído La Odisea? Yo ya he comenzado con el ensayo —dijo, sentándose frente a su escritorio.

Tomé la silla a su lado y miré que al menos llevaba la mitad.

—Debiste esperarme.

—Tengo mucho tiempo libre —se encogió de hombros y continuó escribiendo.

Miré una fotografía que mantenía en su escritorio y suspiré. Megan era una rubia muy hermosa.

—La amabas mucho —arguyo, cerrando los ojos.

—La amo mucho —me corrigió.

—Claro —asentí, tragando grueso.

Nunca podría con su fantasma y dolía hasta el alma.

—La vida sigue, Seth... No vas a olvidarla, pero al menos deberías de aprender a vivir con su recuerdo y seguir adelante.

Sus ojos marrones escrutaron en los míos, y pude ver en ellos un destello de rabia.

—¿Viniste a darme terapia, o a hacer el trabajo?

—¡Sólo trato de ayudarte, j***r! —casi grité—. Te has convertido en un maldito ermitaño. Acepta que ella se ha ido.

—No, Zoe —negó con la cabeza—. No lo haré. Y ahórrate el querer ayudarme; no lo necesito —frunció el ceño y volvió a concentrarse en la computadora. 

—¡Eres un, un, un...

—¿Un qué?—me vio divertido otra vez y alzó una ceja.

—¡Inconsciente!

—Deja el drama y mejor ayúdame —murmuró, regresando su atención al computador.

Primer intento en querer llamar su atención, completamente fallido. Lo que me dejaba en un marcador a favor de Megan como de un 90 a 0.