El Arte Del Placer

Capítulo 3: La copa se rebosa

Todo quedo perfecto, estoy segura que a Louis le va encantar llevamos mucho tiempo sin colocarle picante a nuestra relación lo necesito tanto,  creo que ya me aburre estar con él es tan monótono, y muy aburrido necesitamos bañarnos de lujuria y mucho placer,  desenfreno necesita nuestra relación y experimentar nuevas cosas, le quito todos los pétalos a unas rosas rojas y las colocó esparciéndose  por todo el cuarto, haciendo un camino que dirige hacia la cama, teniendo una manta roja sobre ella, comienzo a vestirme me colocó unos pantis muy pequeños rojos, un baby doll rojo con transparencias  con una abertura a la altura de mi busto, un liguero en mi pierna derecha, unos tacones  y suelto mi cabello, prendo una velas rojas con un color muy intenso para que estimule el deseo, aplicó labial rojo potente sobre mis labios y apagó las luces, escucho que tocan la puerta caminó ilusionada hacia ella y la abro, veo a Louis con una sonrisa en su rostro se ve muy animado él se lanza sobre mi y me sostiene en el aire,  me besa mientras mi cuerpo roza el suyo, caminamos hacia la habitación y comienzo a bailar muy sensual para llamar su atención, pero al parecer con su actitud es como si se hubiera olvidado de mi presencia y fuera más importante su teléfono, siento que estoy  naufragando un barco sola, su indiferencia me esta matando, es como si no existiera y fuera un mueble más el cual no necesita interés, Louis sonríe y sus ojos brillan diferente es como si le creará emoción la persona con la está escribiendo, me acerco hacia él y tomó su teléfono no lo dejó pronunciar ninguna palabra y con mis manos le hago un gesto de silencio  bajo la mirada y  sin que Louis lo note y veo que está hablando con una mujer llamada Isabelle inmediatamente empiezo a sentir un presentimiento diferente una sensación muy rara, camino despacio y desanimada doy la espalda y me siento en la cama sin pronunciar una palabra.

Louis comienza a acariciar mi espalda, sus manos se sienten llenas de frialdad «Esta puede ser la oportunidad que necesitamos para divertirnos,  y nuevamente sentirme deseada» doy la vuelta suavemente y lo empujó fuerte  hacia la cama, me colocó sobre él y con mis manos aprieto sus antebrazos lo beso apasionadamente, sintiendo que llevó el control total, levanto mi trasero y realizó una curva muy sensual con mi espalda,  impulso mi busto hacia delante y bajo mi mirada centrándome en él, repentinamente su teléfono comienza a sonar con muchas insistencia, él se levanta a contestar, se aleja un poco comienza  hablar  en voz muy baja como si estuviera ocultando algo, me quedó de pie mirando hacia donde él está y noto que disfruta su conversación, se ríe como nunca lo hace conmigo, sus mejillas se sonrojan y muerde su labio inferior como lo acostumbraba hacer cuando hablaba conmigo y decía que lo hacía por nervios combinados con emoción, tengo una cantidad inmensa de sentimientos revueltos en mi cabeza, no produce ni un poco de celos al oírlo, hablar con tanto entusiasmo con otra  mujer, tal vez sea una de sus estudiantes y le esté diciendo alguna  ocurrencia, prefiero mentirme y hacerme creer a mi misma que nada anda mal y que estamos en el mejor momento de nuestra relación.

Me voy hacia mis cosas y me colocó un antifaz, recojo mi cabello haciendo una cola en él, me siento sobre el sofá cruzó mi pierna y espero que Louis gire a mirarme. Él queda totalmente  estupefacto y me contempla fijamente.

—Qué te pasa, te ves ridícula con eso puesto.  —Él me mira con desprecio.

—Me pasa que quiero darle un nuevo aire a nuestra relación, que de hecho es muy aburrida y está en el peor momento, solo que tu te tapas los ojos para no ver la realidad  —le hablo triste y decepcionada mientras mis ojos reflejan rabia.

—¿Qué es lo que quieres escuchar? —él me grita.

—No quiero escuchar nada, quiero que me ames, demuéstrame hazme sentir segura de lo que siento por ti, realmente no se que es.  —Lloro expresando mis sentimientos. 

—Comprensión, esa es la palabra que te hace falta Jolie acepta tus errores no es nada bueno tener cinismo.  —Mueve su ceja en señal de superioridad.

—Aceptar que desees más a otras mujeres que a mi, crees que soy  tan distraída para no darme cuenta que te emocionan más otras mujeres, te cansaste de esto que hemos construido y se está destruyendo por los dos —habló fuerte y frustrada. 

—Tu eres la mujer de mi vida, mi futura esposa eso te hace tener un lugar muy especial, no hay otra mujer que me atraiga y ame más que a ti, realmente quiero luchar por nuestro amor debemos dejar a un lado toda la desconfianza que nos atormenta y seguir adelante mi vida. —Él me roza su mano fría por mis mejillas bañadas en lágrimas.

—Tienes razón.  —Agacho mi mirada y volteo mis ojos.

—Te ves hermosa así tal cual como eres no inventes nada eres perfecta, no sabes las ganas que tengo de hacerte el amor, pero estoy agotado, hoy ha sido un dia muy largo y complicado para mi, quiero descansar espero me comprendas.  —Él sonríe, y se acuesta en la cama, toma su teléfono y comienza a reír.

Camino hacia la cama, me subo y me acuesto volteo a ver a Louis y noto que él no percibe que yo estoy aquí, espero horas sin pensar en nada con la mente en blanco, me siento y veo que Louis se durmió estiro mi mano muy suave y tomó su teléfono muy cuidadosa, comienzo a revisarlo y abro el chat, estaba hablando con una mujer llamada Isabelle de una manera diferente siento que ni conmigo habla así, comienzo a buscar su contacto y marcó el número.