Él

1349 Words
Raúl Bennet Soy el tercer hijo de mis padres, el hijo del medio, el queso del emparedado, como diría uno de mis amigos, he sabido lo que es el dolor en carne propia pues perdí a un ser querido justo cuando para mi parecer estábamos en la mejor etapa de nuestras vidas, pero no todo quedo allí, pues esa persona no había sido del todo sincera conmigo, pues no le importo mi sufrimiento cuando la creí muerta, sino que ella estaba del todo bien con su amante, aumentando mi dolor, pero ahora agregándole la decepción que inundo mi vida por completo. Cuando me arme de valor para enfrentarla lo único que me dijo fue, que ella no se sentía bien ya conmigo así que decidió que la mejor forma era yéndose de esa manera, haciéndome creer otra cosa. No entendía cómo pudo ser tan cruel con quien se desvivía por ella, quien había hecho planes a futuro y que le daba todo lo que deseaba, aunque cuando nos conocimos éramos solo estudiantes universitarios, yo provenía de una familia que era acomodada, pues mi padre era dueño de una empresa que se dedicaba al diseño de joyas, pero tanto mi madre como mi padre siempre nos decían que no diéramos a conocer nuestras posesiones a cualquier persona, pues así sabríamos sus verdaderas intenciones. Estudié diseño gráfico lo hice con la finalidad de ayudar a mi padre a futuro con la empresa, mi hermano mayor Oscar, era abogado y él ya estaba ejerciendo su profesión en la empresa de la familia, en lo que tenía que ver con la parte legal, adicional a su despacho como abogado. También está mi hermana Cristal que también es diseñadora gráfica como yo, pero ella más está enmarcada en lo que tiene que ver con diseños de decoraciones en las casas o lugares específicos.     […] Un tiempo antes Cuando tenía 28 años de edad, había decidido ser padre, para eso me sometí a algunos exámenes para saber que estuviera todo en orden y poder ver si podía acceder a una madre subrogada, pero lo que nunca conté fue que me dijeran que mis exámenes habían reflejado que la posibilidad de tener un bebe era casi nula, tenía aún la decepción a cuestas de lo que había pasado con mi ex, que ya nada me parecía con sentido, vi que cada uno de mis sueños estaban yéndose de mis manos. Los meses pasaron lentamente mientras mi dolor era cada vez más y sentía que me iba consumiendo, gracias a la ayuda de mis amigos, no me convertí en un alcohólico, centre mis energías en la empresa, mi padre necesitaba de mi ayuda y yo vi eso como una salida para todo ese dolor que sentía, cada fin de semana acudía a un bar para despejar mi mente, buscaba a alguna chica que me quitara el estrés, no me importaba saber ni siquiera su nombre pues cada vez era una diferente. A mis padres, personas muy tradicionales no les agradaba mi estilo de vida, ellos siempre me decían que la vida me podía dar alguna vez la sorpresa de que no todo estaba perdido, pero yo sinceramente nunca creía en esas cosas.   Actualidad En la casa de mis padres es tradición que una vez a la semana nos reunamos todos a comer, porque a eso estuvimos acostumbrados desde pequeños, justo ese día era hoy, mis papás estaban por demás contentos, pues según escuche uno de sus mejores amigos se reuniría con ellos después de muchos años, y que habían planeado una bonita cena, donde nos pudiéramos volver a ver, pues ya hace 19 años que no se veían. No es que nos quedara opción de decir que no, pues nosotros aun con la edad que teníamos, respetábamos mucho las ordenes que ellos aun nos daban, según mi mamá siempre seremos sus niños, aunque tengamos canas y como tal debíamos obedecer. La reunión tendría lugar el día domingo durante el día y concluiría con una bonita cena, y para rematar se llevará a cabo en la casa de campo de mis padres, que queda como a dos horas de la ciudad en la que vivimos. …Sábado por la noche… Como era mi costumbre fui a uno de los bares de la ciudad, justo porque mi hermana Cristal, iba a la celebración del cumpleaños de una de sus amigas, aunque no creo que solo sean amigas, pues creo que este par algo se traen, justo cuando estaba por irme al bar me dio por pasar por unas donas a una de las dulcerías cerca del lugar donde iríamos, pero cuando iba caminando a la entrada, una despistada mujer le dio por chocarse conmigo, en lo personal odio que las personas deseen llamar la atención de esas maneras, por lo que solo la mire de reojo, sacudí mi saco y entre, estaba poniéndome de mal genio, pero suspire compre las donas y salí al encuentro de mi hermana, quien me dijo que fuéramos a una de las cafeterías cercanas para poder tomar algo junto con las donas, y exactamente eso hicimos. No nos dimos cuenta de cuanto tiempo paso, cuando el timbre de su celular nos dio aviso que era hora de ir al bar para la celebración, una de sus amigas le había recordado el evento. Ya en el bar, me fui a la parte reservada, como no quería ser el único hombre en la reunión de amigas de mi hermana, me quede en uno de los apartados conversando con uno de mis amigos que encontré en el lugar, resulta que el había ido a sacarse el estrés con unos tragos pues tenía a su esposa embarazada y esta por momento no lo quería cerca, pensé por un momento que, aunque pareciera ilógico eso habría deseado para mí. La noche avanzo, de pronto vi a mi hermana con otra chica en un rincón, estaban teniendo una discusión y se veía super fuerte, no podía ver bien quien era la otra persona, pero después solo vi que mi hermana le dio una cachetada y se fue del lugar, dirigiéndose a la barra, allí note que estaba conversando con una mujer que parecía un ángel, hermosa le quedaba corto, y no se veía como una chiquilla que era lo mejor, de pronto las vi irse a la pista a bailar y conversar amenamente, en ese momento decidí bajar y colarme en su conversación, pero cuando estaban en la pista, mi hermana recibió una llamada haciéndome señas que me quedara con su amiga, no voy a negar que me había pasado un poquito con los tragos, aunque solo habían sido dos, no se porque me sentí más mareado de lo normal, pero pensé que de pronto con el baile me pasaría, sin alargar más el asunto, bailamos por mucho rato, es una excelente bailarina, diferentes ritmos vinieron a nosotros, entre baile y caballitos de tequila que ella estaba tomando, en un momento dado me dijo que debía ir al baño, fue allí donde salió a relucir mi posesividad y la acompañe, y como note que muchos se la comían con la mirada, cuando la vi salir, la atrape con un beso de esos voraces que no dan tiempo a nada, no puedo recordar el momento en que fuimos a parar a uno de los dormitorios que tiene la parte superior del bar, sin dejar de besarnos entramos al dormitorio, la ropa dejo de estorbar segundos después, una vez que llegamos a la cama me apodere de su entrepierna, probé su sabor, era exquisito, lo que llevo a que no quisiera dejar de estar entre sus piernas, hicimos el amor en lo que quedó de la noche prácticamente hasta el amanecer. Pero lo que nunca espere, fue que al amanecer cuando desperté ya no la encontré a mi lado, solo estaban sus bragas y brasier que habían quedado debajo de mi en nuestra maratón de sexo, que aunque me di cuenta que no había ningún preservativo allí, no me preocupa nada pues no creo que sea de tanta suerte.
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