Seguí mi camino sin esperar respuesta, ese hombre me tiene loca, al tenerlo tan cerca mi corazón palpita como loco, no diría que esto es amor a primera vista, sino que más bien, jamás había visto a alguien como él.
Llego al trabajo perdida en mis pensamientos, le cuento a mis compañeras que un joven muy apuesto me ha salvado el día de hoy, siento que es mi día de suerte.
...
Javier -Señor? Lo estábamos buscando, ¿Por dónde andaba?
Félix -Eso no importa, estoy satisfecho.
Javier- Por? Acaso estás viendo a alguien?
-No, aún no, solo digamos que tengo en la mira algo grande.
Félix
Durante toda la noche, estuve rompiendo mi cabeza pensando como demonios podría atraer a mi a esa mujer, la quiero para mí y estoy muy lejos de conseguirla. Fui un estúpido al haberla dejado ir tan fácil.
Unas semanas después recibo una llamada de mi abuelo, es que este hombre nunca se cansa, que acaso no ve que soy alguien muy importante para el negocio familiar y que no necesito esposa ni hijos? Soy un hombre joven, un alma libre, no tengo ningún deseo de casarme con nadie ni de tener hijos.
La llamada no era de mi abuelo, era para avisarme que su barco se hundió, el tonto de 100 años anda en barco como si no temiera a la muerte, cómo sea a este viejo le gustan mucho los deportes extremos y a su edad, ir en barco cuenta como uno.
Afortunadamente, él está bien, creo que tienen razón cuando dicen que la mala hierba nunca muere.
Sacaré provecho de esto, el viejo iba acompañado de la abuela de mi ex esposa, esto suena bien, ellos y otros cuantos viejitos estaban allí veraneando como si no hubiera un mañana, efectivamente, por poco y ya no tienen mañana.
...
Cuando llegué a la isla, ví a Casandra cuidando de los viejitos, se ve tan bien, creo que iré a hablar con mi abuelito, pero en otra sala, no quiero que piense que la estoy persiguiendo.
Félix -Sandra, ¿Me haces el favor de pedir a mi abuelo que venga a verme? He venido hasta aquí por él y estoy muy cansado, no tengo deseos de ver a nadie. Sólo lo veré porque vine a su causa.
La ama de llaves del viejo Sergio me obligó a que fuera personalmente, gracias a mi fortaleza mental no caí en su manipulación, ella es tan mala conmigo. Siempre se empeña en que yo me comporte como un niño pequeño con el viejo.
Sin más opción que ir a verlo, me acerco a él con mis hombres siguiéndome el paso, casi pisándome los talones.
La abuela Lucia mantiene una seriedad inquebrantable cuando me ve llegar y saluda como si fuera un completo desconocido para luego seguir hablando con su nieta.
Sergio -Hijo mío! Estoy muy feliz de verte, ¿Cómo has estado? Tantos años sin verte. Ya te estás haciendo viejo -me observa un momento y luego escupe -Esas son entradas?
-No tengo entradas en la frente, abuelo, simplemente estás ciego -Dirijo mi mirada a la abuela Lucia y comento -Señora, es un gusto ver que se encuentra bien.
-Te lo agradezco hijo, eres muy amable.
Pensé que ella tomaría la iniciativa de presentarme a Casandra, sin embargo, en cuanto me vio, la envío por un pedazo de tarta diciendo que moría de hambre. Creo que todavía me guarda rencor. Supongo que eso es lo que hace una buena persona, proteger a los suyos.
Casandra no demora al traerle la tarta, al verme, me saluda como si no me conociera para nada. Creo que en verdad no tiene ningún interés en mi, eso me encanta. Me gusta lo difícil, que sea complicada simplemente la hace más deseable.
-Buenas noches señorita, ¿Es usted una de los convocados a cuidar de estos ancianos?
-Podria decirse que si, vine a ver que mi abuela esté bien.
-Oh cuan considerado de su parte, aunque ya es tarde y creo que lo mejor será que se retiren, ¿No les parece? Hablaré con el piloto para que todos vuelvan a sus respectivos hogares, con su permiso, me retiro.
Planeo salir de allí con un aire de misterio, cuando Sergio el imprudente dice -La gente se va cuando yo ordene pequeño petulante, ahora vete, que ya no quiero oir estupideces.
En un susurro casi inaudible digo -Si, abuelo - Recojo mi dignidad y salgo de allí bien erguido, con la frente en alto y como si nada hubiera pasado, mantengo mi aire de superioridad.
...
Sergio -Casie, pequeña, ¿No tienes curiosidad por la identidad del petulante que ha venido?
Casie -¿Por qué debería llamarme la atención?
Lucía -Ni se lo menciones Sergio, no veo nada necesario que...
Sergio -Él es tu ex esposo.
Casie y Lucía quedaron estupefactas -Qué? -Preguntaron al unisono. Sus expresiones me hicieron mucha gracia, ambas se parecen muy poquito y es simpático cuando ponen la misma expresión.
Lucía se levantó y comenzó a perseguirme, jamás pensé estar huyendo de una vieja con intenciones asesinas detrás de mi, parecíamos una comedia romántica hasta que Casie la detuvo.
-Abuela, no corras, te subirá la presión. Honestamente no me importa, ya nos divorciamos y es historia. Nos quedaremos los dos días que corresponden a tu viaje y luego nos iremos. No te preocupes que no tenemos ningún interés el uno en el otro.
-Ay Casie, no sabes cuánto me emociona oírte hablar así, cuando te volviste tan fuerte mi amor? -Lucía me abraza con tanta fuerza que siento que mis órganos vitales saldrían volando esparcidos por ahí.
Sergio -Lo lamento Casie, estás en lo correcto, yo fui un tonto al habértelo dicho así como si nada. Creo que fue un
Salí corriendo de allí dejando a los ancianos solos, ya no quiero seguir oyendo sobre aquel hombre, hace dos años nos divorciamos y no quiero volverlo a ver. No puedo creer que tuve un esposo tan hermoso, lastima que no hizo siquiera el intento de que nuestro matrimonio funcione.
Pero bueno, la vida sigue.
...
La vi llegar a la zona de habitaciones, caminé por allí casualmente como si no fuera por ella, la saludé con un movimiento de cabeza y ella me ignoró. Si quieres hacerte la difícil gatita, solo harás más emocionante el camino.
-Casandra.
Detuve mi paso, gire mis pies y lo observé esperando que me hablara, luego de unos segundos, siguió en silencio, así que me fui corriendo de allí.
Sentí que tomó mi mano y me arrastró hasta él quedando a unos pocos centímetros de distancia -Cómo has estado cariño?
-No me llames así, infeliz -Forcejeo con él pero no logro safarme.
-Entonces ya sabes quién soy -Sonríe ladino, esa mirada me mata por dentro, este hombre es hermoso, parece tallado por los dioses. Pero no voy a ceder a sus encantos, tengo claro que no soy nada para él, lo mejor será que me aleje y deje de lado estos sentimientos si no quiero salir realmente herida esta vez.
-Ya nos divorciamos, ahora no somos nada el uno del otro, déjame en paz. Juro que si no me sueltas, gritaré.
-Vamos, hazlo. Quiero ver que alguien se atreva a arrebatarte de mis manos.
Grito pidiendo auxilio con todas mis fuerzas, y comienzo a golpearlo en los hombros, araño sus perfectos brazos y me escabullo para ir a mi habitación.
Félix
Los muchachos que estaban presentes no pueden creer lo que ven, se apresuran a auxiliarme y cuando se animan, alguien dice -Creí haber escuchado que una mujer pidió ayuda, no me esperaba encontrarte aquí Félix.
-Ja ja ja, te crees muy gracioso?
-No, para nada. Por favor acepte mis disculpas, es solo que yo
-Cállate, eres un tonto, no sabes nada. Deberías limpiarte los oídos.
-Si señor -Me disculpo con rapidez esperando que no se enoje conmigo, Félix tiene fama de ser implacable. No me conviene hacerlo enojar.