Corrí a toda velocidad hasta mi habitación, jamás pensé que pasaría por algo así, me río de mi misma pensando en mi situación, me encuentro en una isla en la que nos hospeda un hotel de renombre rodeada por un montón de ancianos y por si fuera poco, vengo a encontrarme con el imbécil de mi ex esposo.
No puedo negar que él me hace sentir muy bien, esas emociones me traen loca. Lastima que deba ser fuerte y evitarlo tanto como pueda.
Tal vez él ya está casado con otra y tiene un montón de hijos, a decir verdad, no sé nada sobre él, por lo que me siento mucho mejor. Usaré este pensamiento como base para poner una barrera entre nosotros.
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Félix
Estoy furioso, ella se atrevió a humillarme de nuevo, dejándome como si fuera alguien vulnerable, pero esta vez no puedo abandonarla para divorciarme. Esta vez, debo acercarme a ella para tenerla para mí.
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Han pasado unos dos meses luego de que nos vimos, ya no la busqué luego de ese día, aún así, ella sigue dando vueltas en mi cabeza y tengo la solución perfecta.
He convocado a un grupo selecto de mujeres para que sean mi asistente personal, la elegiré a ella, quien no sabe que seré yo su nuevo jefe.
Le daré la noticia solo cuando ella haya firmado el contrato, si se atreve a renunciar, le cerraré el camino en otras empresas para que no tenga más opción que volver a trabajar para mí.
-Julio tienes todo listo?
-Si señor, las mujeres ya están aqui, solo que hay un pequeño detalle -Le hago una seña para que continúe -La señorita Casandra no se ha postulado.
-Te dije que envíes a alguien para que le hable del puesto, es imposible que no le haya generado interés.
-Hay algo más que pueda hacer para atraerla?
Me pongo furioso, no sé qué hacer para llamar su atención, mi abuelo ya solo quiere un nieto, no quiero casarme con la frívola calculadora de mi prometida.
Esa mujer me tiene harto, voy a matarla un día de estos si no consigo deshacerme de ella. En eso, una lámpara se enciende en mi.
-Julio, haz que despidan a Casandra de su trabajo, ahora.
-Cómo? No cree que esto sería demasiado conveniente señor?
-Me importa poco lo que crea la gente! Quiero que Casandra sea mi asistente, me caga que esté de novia con otros siendo que por mí dinero recuperó la vista.
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Estaba trabajando normalmente, había bastante trabajo en la pastelería por la época navideña. Me tomó por sorpresa que el jefe me citara a su oficina ya que nunca lo hace, normalmente anda encerrado allí y nosotros aparte.
-Señor Fabio? Qué se le ofrece?
-Siéntate hija, necesito hablar contigo sobre algo importante -Su expresión me hace pensar que no es nada bueno, no entiendo porque si no he cometido ninguna falla, además soy muy buena en mi trabajo.
-Lamentablemente, por motivos particulares, nos vemos en la necesidad de darte de baja -Cómo dijo? Por qué? No he hecho nada malo, siempre cumplo con todo y soy muy buena, ¿Cuál es el problema?
-Bueno, nos hemos visto envueltos en algunos inconvenientes en estos tiempos, lo que nos obliga a deshacernos de algunos trabajadores. En esta ocasión, por desgracia, te ha tocado a ti.
-Pero usted está loco, en este preciso instante estamos en un pico muy alto de clientes, no podemos renunciar a todo ahora, creí que todo iba muy bien. ¿Qué demonios ocurre?
-No tengo porque responder eso.
-Está loco! Los demandaré, esto no se quedará así, ya lo verá. Es un maldito! -Me fui de allí con toda la rabia y mientras caminaba, pensaba que podía hacer, tengo muchas cuentas por la salud de la abuela y he perdido mi empleo. Esto se ve mal.
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-Hija! Ya llegaste, ¿Cómo te fue?
-Muy bien abuela, todo está bien.
-Te preparé tu cena favorita, espero que te guste.
Sonrío débilmente y le agradezco, mi abuela es la persona más dulce que he conocido en mi vida, pero en este momento siento que no soy suficiente, no sé que haré para que todo mejore, el dinero que nos quedó de mi compromiso con Félix se acabó y necesito comprar medicina para Lucia.
Definitivamente no le diré una palabra sobre que he perdido mi empleo, mañana iré a algunas entrevistas, espero conseguir uno nuevo pronto.
Me quedo dormida sin recordar que debía cenar, esa mala noticia me quitó el apetito. Desperté temprano por mi alarma, ya no tenía que ir a la pastelería, aún así, me cambié y me aliste para salir.
Cuando estaba cerrando la puerta, escuché la voz de Lucia reclamando que no me he quedado a desayunar, tomé rápidamente el desayuno que me preparó y comí en el camino.
Encontré algunos anuncios en el periódico, me dirijo para allá. Llegué al primer lugar, no me gustó la paga, no es suficiente. En segundo lugar, no me gusta el horario, me dificulta llevar a Lucia al hospital para sus chequeos.
Y así sucesivamente hasta el sexto lugar, finalmente, he llegado a un lugar en el cual me tuvieron esperando como 30 minutos aproximadamente, cuando me levanté dispuesta a marcharme, el joven salió a atenderme.
Me hizo pasar a la oficina y me comentó los detalles del puesto junto con el horario y la paga, se me hizo muy interesante, por lo que terminé aceptando. Comenzaría al día siguiente, me dijeron que me presentara puntual porque mi jefe es muy exigente.
Esa tarde regresé a casa exhausta, contenta porque había conseguido un trabajo en el que ganaría el triple de lo que ganaba en la pastelería. Fui directo a casa a preparar un postre para compartir con Lucia.
Pasamos muy bien aquella noche antes de dormir, cenamos muy bien, comimos el postre y nos sentamos juntas a la luz de las estrellas, hablando sobre muchas cosas, me sentí como si aún fuera una niña pequeña en los brazos de mi abue.
En cierto punto, me quedé dormida allí, hasta que mi perro Zeus me despertó, por fortuna, no era tan tarde, eran como las 01 de la mañana. Entramos los tres a la casa y me dispuse a dormir.
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Félix
Cuando me enteré de que Casandra había caído en mi trampa, me sentí realizado, estuve tan contento que tenía ganas de correr y gritar como un niño, pero no lo hice, estaba un poco molesto con ella por haberme ignorado durante dos años como si yo no hubiera sido real.
Es la primera persona que me trata de esa manera, normalmente, las mujeres acuden a mi esperando ser dueñas y señoras de mi fortuna así tengan que tragarse mi mal humor para con ellas.
El hecho de que Casandra no me haya seguido, fue un gran golpe para mi orgullo, tengo ganas de enseñarle quien manda y que se deje de tonterías con el tonto de su amigo. Ese hombre ya la tiene en la mira, espero que todo se mantenga en orden.
Todo debe seguir según el plan, solo quiero tenerla por una vez y luego ya veré cuáles son mis intenciones con ella. A decir verdad, no creo poder enamorarme jamás, desde que he pasado por tantas decepciones amorosas a causa del dinero, ya no creo que exista una mujer que no esté interesada por el dinero.
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Casandra
Me levanté temprano para dirigirme a mi nuevo empleo, espero que todo vaya bien. Necesito hacer algo para conseguir seguir cuidando de mi abue.
Ella y mi perro Zeus son mi única compañía, bueno, ellos y Jeremías. No quisiera perder a ninguno de ellos. Sé que la abuela está vieja y que en cualquier momento podría dar su último suspiro, pero en realidad deseo retrasar ese momento lo más que pueda. Pero cuando me enteré quien sería mi nuevo jefe, dejé de pensar que este empleo me vendría como anillo al dedo.