Quiero verte

1305 Words
-Si eres impertinente no iré. -Jajaja, no tienes opción. -Sabes que, creo que sí la tengo... Renuncio. -Qué harás con tu abuela enferma? Pensé que necesitabas trabajar y que harías cualquier cosa por ella. -Si, en el aspecto laboral, pero no tengo motivos para acompañarte a ningún lugar fuera de la oficina. Eres un asco por chantajearme con mi abuela, no quiero volver a verte Félix Suárez! Rayos, ahora que voy a hacer, necesito el trabajo pero durante este tiempo, Félix se ha comportado algo extraño, como si quisiera acercarse a mi. Lo mejor será irme de la ciudad, llevaré a Lucia al campo y allí trabajaré. Ya no quiero ver a este hombre. ... Al día siguiente nuevamente me ví envuelta en una búsqueda de empleo. Esta vez conseguí ser recepcionista en una empresa de moda. Todo iba de maravilla hasta que una tarde recibí un envío en la puerta de mi casa. Era un ramo de flores precioso, inmenso, estoy segura que mi rostro se iluminó al verlo. Estaba muy feliz hasta que leí la tarjeta y supe quién las envió, intenté soportar el impulso de llamar a Félix, pero la rabia fue más fuerte que yo. -Señor Suárez, ¿Con qué descaro cree usted que tiene el derecho de enviarme flores? Es un desvergonzado! -De nada Casie, solo quería disculparme por hacerte perder tu empleo. Sé que me comporté como un tonto y te juro que si me permites enmendar... No dejé que él terminara la frase y lo puse en su lugar -No me llames Casie! Sólo mis amigos me llaman así, además ya tengo otro trabajo señor, para que sepa que no lo necesito en absoluto -Le corté la llamada y volví a mi habitación. La abuela fue a preguntar por el griterío y luego quedó encantada con el enorme ramo de flores que vio en mi cama -Ay hija qué hermosura! ¿Quién es el afortunado? No me contaste que salias con alguien... Piensas presentarlo? Cuando se casarán? Ya estoy ansiosa por tener un bisnieto! Me sorprendió la velocidad con que la abuela se emocionó y todo lo que planteó solo con ver un ramo de flores -Abue, no quiero decepcionarte pero me lo he comprado yo misma... Pienso que es posible que la abuela haya sido un halcón en su vida anterior, tiene la vista perfecta, de una hojeada ha notado la tarjeta y ya se acercaba para leerla -No abuela, no te atrevas a leerla! -Lo siento, ya la leí. Hija, no crees que deberías darle una oportunidad a Félix o porque no, andas con Jere y Félix y luego decides con quién quieres quedarte. O si lo piensas mejor, podríamos ir al campo, allí no volverías a preocuparte porque el tonto de tu ex vuelva a buscarte. -Si, si, eso me parece perfecto. ¿En qué podría trabajar en el campo? -Puedes aprender a coser y luego trabajar como modista de vestidos de fiesta o cosas así, ganarías lo suficiente para vivir y yo podría ayudarte. Tengo muchos libros sobre costura y diseño de ropa que podrían interesarte. Genial, mi abue y yo hemos decidido que saldríamos de la ciudad, esta vez si me voy a librar de Félix. ... Un mes después, ya estábamos en una vieja cabaña, teníamos algunos animales y el lugar es muy hermoso. He estudiado un poco y ya he comenzado a coser, esto es más divertido de lo que parece. Una lluviosa tarde el cielo se oscureció, parecía que se vendría abajo, los truenos y relámpagos eran muy frecuentes. Todo era tan tétrico y escuché un toque en la puerta, no esperaba a nadie, por eso me sorprendió tanto que le pedí a mi perro Zeus que me acompañe, él es un perro enorme pero muy cobarde. La escena que ví fue algo que jamás imaginé, allí estaba el tonto Félix parado con un ramo de rosas rojas, su carita toda empapada me ha dado mucha ternura, no puedo creer que haya venido, además si me pongo a pensarlo, jamás le he dicho dónde estoy... Bueno, tal vez se enteró por nuestros abuelos. Intento sonar desagradable para que pierda las ganas de buscarme -Hola, ¿Félix? ¿Te perdiste? Tu avión cayó del cielo y viniste a buscar un teléfono para llamar a tu agencia de viajes? Está bien, sé que merezco su desprecio, pero estoy decidido a ganarme su cariño cueste lo que cueste -Para nada señorita, es sólo que vine a verla y creo que el tiempo no está de mi lado hoy. Zeus no lo conoce, así que por un momento le ladró y luego le hice callar. -Aquí Zeus es como mi aprobador de visitas y creo que él tampoco te quiere. Puedes pasar durante el mal tiempo si así lo deseas, pero que sepas que no te atenderé para nada. La abuela escuchó que dejé pasar a alguien y fue a ver quien era, se sorprendió bastante al ver que él estaba allí. Sin embargo, le saludó con indiferencia como si fuera alguien indeseable y luego se retiró a su habitación. -Tu abuela ya no me quiere, solía ser muy amable cuando... -Si, no es necesario que te expliques. Gracias a su coche casi no estaba mojado, pero su carita si estaba muy afectada. Siento que estoy siendo tonta al tratar tan bien a este sujeto, pero supongo que cada quien da lo que tiene en su interior. Hablamos bastante sobre nuestras vidas, fue algo relajante, me comentó sobre su familia y como su abuelo es muy insistente con que tenga familia propia y él piensa que por el contrario, no necesita una familia para manejar una empresa. De todas formas, al haber pasado este tiempo con él he llegado a pensar que si nos hubiéramos conocido de forma diferente, tal vez pudimos haber sido buenos amigos. -Ya hablé mucho sobre mi, cuéntame de ti, ¿Qué hay de nuevo en tu vida? Ahora que ha dado un giro de ciento ochenta grados. -Para ser honesta, soy tan celosa de mi privacidad contigo que me quedo en blanco y pienso ¿quién soy yo? Pero nada, la verdad es que lo que ves es lo que hay y siento que mi paz mental y la de mi abuela es más importante que cualquier lujo. -Hay algo que no me deja dormir por las noches, da vueltas en mi cabeza y ahora que estamos juntos quiero saber, ¿Qué te hizo correr hasta aquí? Digo, no está mal, todo está muy lindo pero no entiendo porque dejar tu vida para alejarte a tanta distancia. -No me siento cómoda hablando contigo sobre ese asunto. -Claro, entiendo. Hubo un silencio incómodo y luego el sueño estaba ganando la batalla, no supe cuando me acomodé en el sofá y me quedé dormida. Félix Estabamos con los ojos muy pesados por haber trasnochado un poco, me desperté porque ella comenzó a roncar, que linda se ve durmiendo... Fui un tonto al dejarla ir, de haber sido diferente, hubiera despertado con ella a mi lado todas las mañanas. La cargué con cuidado como si fuera una recién casada y la dejé en su cama, pensé en acostarme en mi auto pero cuando me iba a ir, ella me pidió que no me vaya. Me senté a su lado un momento, según yo solo iba a estar allí por unos minutos y luego irme. Desperté antes que ella y me fui de su habitación, le dejé un mensaje de texto y decidí irme de la cabaña. Sólo había ido a verla para dejar las flores que esperaba me rechace, para mí sorpresa no las rechazó ni me echó a punta de escoba pero fue mejor de lo que esperaba, pudimos hablar un momento y fue mágico, no quería que ese tiempo acabara...
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