Llegué llegado dispuesta a trabajar con mucho ánimo, a comenzar una nueva etapa en mi vida, mas cuando me presentan a mi jefe, casi caigo de espaldas al verlo.
-Señorita Smith, él será su jefe, el señor Félix White -Entré en pánico, no sabía cómo reaccionar, lo que sí sabía era que no quería trabajar con él bajo sus órdenes.
Estaba a punto de rechazar la propuesta cuando él se levantó y me estrechó la mano brindándome un saludo muy educado. A decir verdad, esto me sorprendió gratamente, por lo que pensé que lo soportaría siempre y cuando él no fuera irrespetuoso y yo pudiera cuidar de mi abue.
Nos saludamos como dos desconocidos, eso me hizo sentir algo cómoda, de igual manera, a la primera falta de respeto, saldría corriendo sin importar que.
El muchacho que me atendió se retiró dejándonos solos, Félix le pidió que se retirara para que podamos hablar.
-Señorita Casandra, nos vemos de nuevo. Tome asiento por favor.
-Usted...
-Dejemos de lado nuestro pasado en este lugar, es preciso separar lo personal de lo laboral. Lo que sí quiero hacer es comenzar contigo en algo que nos interesa a ambos. Aquí está la lista de tus tareas, todo esto es inquebrantable mientras seas mi asistente.
Tomé la hoja en mis manos y consideré cada una de las opciones -Creí que había que separar el trabajo de la vida personal, entonces ¿Por qué me exige que me abstenga de tener pareja?
-Porque necesito que estés disponible sin ningún impedimento, si tienes pareja podría representar un problema el hecho de que seas asistente de un hombre tan perfecto como yo.
-A ver, en primer lugar, dejemos algo muy claro: Yo no tengo ningún interés en ti, más allá de lo profesional no ocurrirá nada entre usted y yo. Además, no funcionamos como pareja hace dos años, creo que no nos compete opinar sobre si el otro sale o no con alguien -Le sonreí victoriosa y noté que su sangre comenzó a hervir.
-Siempre y cuando no tengas escándalos con otros hombres, por mi no hay problema. ¿Acaso sabes por qué despedí a mi anterior asistente? -Niego con la cabeza pensando que no era más que un chiste pero me enseña unas fotografías -Era ella, su pareja terminó con ella por este motivo y la escrachó en redes. Hacer estas cosas no está mal pero nunca con uniforme ni en plena oficina. ¿Está claro?
No supe dónde esconder mi rostro por la vergüenza y la risa de mí misma por haber pensado que él se pondría celoso -Sí, muy claro.
-Perfecto, entonces, comencemos.
...
Casandra
Al fin acabó el día, me gustó trabajar allí, Félix fue muy respetuoso conmigo y no ha sobrepasado mis límites de ninguna manera, eso hace que me sienta bastante bien. Estoy feliz de haber encontrado un trabajo con tanta rapidez.
Esa misma noche salí a pasear con Jeremías, le comenté lo que me ocurrió, pensé que estaría contento conmigo pero la verdad es que no -Qué? Cómo es que trabajas para tu ex? Por qué no me pediste ayuda? Sabes que siempre estoy para ti.
-No quise molestarte, a decir verdad no me gusta sentirme dependiente de los demás, simplemente quería solucionar esto por mi sola.
-Está bien que quieras ayudarte tu misma pero no a costa de tu propio bienestar, esto no es bueno para nosotros.
-Nosotros?
Pensé que ya te diste cuenta pero veo que sigues distraída o directamente no te importa, aún así te lo diré, pienso. Tomo su mano y le doy un beso mirándola a los ojos -Te quiero, Casandra. Estuve intentando llamar tu atención durante un tiempo pero veo que no tienes ojos para mí. Cómo sea, espero que te vaya muy bien.
Aquella confesión me dejó boquiabierta, estoy impresionada -A qué te refieres?
-Cuando te veo hablar sobre como te fue trabajando con él veo más felicidad e ilusión que cuando estás conmigo. Te cuento un secreto? Te amo Casandra, me enamoré de ti, yo, no sé que decir, creo que ya lo he dicho fuerte y claro, honestamente. Si así no lo entiendes, creo que ni con manzanas -Le alboroto un poco el cabello y río por su graciosa expresión. Finjo una retirada dramática, pero claro que no la dejaré sola en medio de la noche.
-Que tonterías dices si estoy sería, pendejo!
-Que linda sonrisa.
Le doy un tierno beso en la mejilla a Jeremías, siempre bromea con que me ama y quiere que sea su novia. A veces me hace pensar que no es broma y que en realidad quiere tener una relación conmigo, luego me doy una cachetada mental, no debo pensar así sobre mi mejor amigo -Siempre me relaja estar contigo.
-Si, a mí también -A veces tengo la impresión de que se da cuenta de que quiero algo serio con ella pero es testaruda, ya no sé que hacer para que vea que no quiero ser solo un amigo.
...
Los siguientes días han pasado con tranquilidad, siempre hay altibajos en el trabajo, eso es muy común. Pensaba que todo estaba yendo de maravilla cuando la abuela comenzó a sentirse mal, ocurrió esta madrugada, la abuela gritó mi nombre en repetidas ocasiones, estaba tan cansada que oía sus gritos de dolor en mi sueño, dio la casualidad que estaba soñando con hipopótamos nadando, fue gracioso porque uno de ellos me miró y comenzó a gritar mi nombre con la voz de la abuela.
Luego mi subconsciente despertó y me dí cuenta de que efectivamente, la abuela estaba llamando mi nombre. Corrí como loca hasta su habitación y le pregunté que ocurría, me dijo que le dolía mucho el pecho y que no creía poder aguantar mucho tiempo.
Le pedí ser fuerte y no desfallecer, no quiero que ella sufra, aún no tengo auto por lo que me ví obligada a llevarla en taxi hasta el hospital mas cercano, que estaba como a unos 10 minutos de dónde vivíamos.
Me llamó la atención que de la nada tuviera dolor, aunque ahora ella no puede responder a mis dudas. Quisiera saber que es lo que le ocurrió, de ninguna manera podría pensar que ella se enteró que estoy trabajando para mí ex esposo.
El hospital me dejó mucho que desear la verdad, tendrían que trasladar a mi abuela a uno más equipado porque aquí apenas tenían para algunos estudios.
El siguiente hospital me costaría como un ojo de la cara, esto es de locos, no tengo idea de cómo voy a manejar esto. Tendré que cuidar a Lucia durante las noches y trabajar durante el día. Ay, no voy a dormir nada, espero estar bien. Tengo la esperanza de que no será durante mucho tiempo, solo unos días de sacrificio y luego volveremos a la normalidad.
A los ocho días, Lucia aún no se recupera, no he dormido y estuve comiendo muy mal tanto por el tiempo como por la economía. Cada día en el hospital y cada medicina costaba mucho.
Me ví obligada a pedir un adelanto a mi jefe, quien se negó de buenas a primeras, no quiso oír mis motivos y simplemente me dejó pasar muy mal, no quiero decirle a Jeremías, esta vez quiero ser yo misma quien me saque de esto. Él siempre nos saca de los apuros y ya es tiempo de que me ponga las pilas y haga yo misma lo que me corresponde.
Le mostré los documentos a Félix, le rogué que me diera el adelanto, no quería llegar a eso, humillarme frente a él, pero por mi abuela haría todo. No hay nada que no haría con mucho gusto por ella, quien me cuidó desde siempre y nunca me ha dejado sola.
Félix intentó mantenerse firme en su decisión de que yo no merezco un adelanto y mucho menos un aumento de sueldo, me ví obligada a trabajar extra en otro lugar con el fin de pagar todo por mi abuela, estuve gastando hasta lo último de mis ahorros, pronto me veré envuelta en muy malos aprietos si ella empeora.
-Estás segura de que estos documentos son auténticos? No estarás intentando chantajearme para lograr sacarme el dinero?
-Jamás lo haría Félix, por favor... Te juro que si lo haces... -Qué? -Seré tu esclava, haré todo lo que me pidas, pero por favor dame el adelanto para poder pagar las cuentas de mi abuela.