Me levante con algo de pesadez bostezando. La luz se filtró en mi habitación sintiendo aquella sabana de algodón en mi cuerpo, ese día sería un día largo pues a pesar de que adoraba ayudar como voluntaria en los albergues de animales no siempre se adoptaban todos los animalitos. Mi objetivo era quedarme hasta adoptar al último perrito o gatito. Me duche y tras salir del baño me dirigía a mi habitación a buscar algo de ropa. Fui al closet buscando algo cómodo pero sin saber porque mire hacia mi ropero donde estaba mi espejo. Notaba en mi reflejo un moretón leve en una de mis nalgas. Hacia una leve mueca me acerque mas en el espejo examinándome con detenimiento empezando a recordar lo que había hecho para hacerme esa marca. Mi cerebro comenzó a llevarme enseguida a las memorias de mi suculen