Abrazaba con fuerza a Derek el cual correspondía mi abrazo. Mi hermano mayor era el que más cariño me tenía sobreprotegiéndome en muchos casos, el era diferente a Tristán el cual solo le interesaba con cual modelo se iba a acostar y más nada. —¿Como estas pequeña abejita? —sonreía acariciando mi cabello. Me llamaba por el nickname que siempre me encanto. El era mi mayor fan en el esgrima y decía que mi sable era mortal, como una abeja. —Estoy bien, que raro que viniste a visitarme. Abría la puerta entrando con Derek yendo a la cocina para buscarle un vaso de jugo mientras el se quedaba mirando un momento por la ventana de mi sala fijamente como si algo le diera mucha curiosidad. —Me preocupe mucho cuando te llame y no me contestaste — hablaba desde la sala— más que escuche por parte d