Fueron solo segundos, pero para ellos estuvieron mirándose por minutos sin parpadear. Ryan aun seguía perdiéndose, se sintió casi hipnotizado por aquellos iris azulados, asemejándose a una noche estrellada. Y a él le gustaba las noches así, lo descubrió hace muy poco. Ross no estaba sintiéndose diferente, él aun tenía curiosidad en el lindo y brillante color en los ojos de Ryan, y no es que no haya visto nunca en su vida ojos verdes, pero estos eran diferentes, lucían... se veían mucho más naturales, no eran fosforescentes, tenían un brillo tan natural y únicos. ¿Todos lo humanos trasmitían aquella extraña sensación como lo hacia Ryan?... Algo le dijo que no, pero no supo descifrar el porque. Ryan carraspeó y se alejo, sonriendo descuidadamente como si el momento de miradas hubiera sido