GRAN NOTICIA

1673 Words
***AVISO DE SEXO EXPLÍCITO, PALABRAS VULGARES** Hospital estatal Ray Han ingresado a Nina con estado grave, lleva más de 2 horas adentro y nadie me dice nada. Estoy nervioso caminando de un lado a otro, imploro para que ella esté bien. Recibo un llamado, es Jack. -Primo ¿Cómo está Nina? -No se nada aún, la tienen en observación. -Lo siento Ray, llámame a penas tengas noticias. -Claro así lo haré. -Primo, se han llevado a Raquel a un psiquiátrico al otro lado del país, pedí su traslado lo más lejos de aquí. Ya no tendremos que preocuparnos más de ella, es un recinto de alta seguridad. -Gracias primo- respondo desanimado -¡Hey! va a salir todo bien- me un aliento, pero no produce nada en mí. Cuelgo el llamado. Pasan otros largos 15 minutos cuando desde una puerta sale un hombre alto con una bata blanca. -Familiares de la señorita Nina Anderson. Me levanto rápidamente de la silla y me dirijo hacia el hombre. -Yo soy su novio. Ray Miller- le aclaro nervioso. -Buenas tardes Señor Miller. La situación de su Nina es complicada, perdió mucha sangre, aún sigue inconsciente y está sedada… Dejo de escucharlo, la sangre se me pone helada, y me cuesta mantener en orden mis pensamientos. ¿Qué haré si le pasa algo a Nina? Escucho que el médico sigue hablando lo que me hace volver a ponerle atención. -….pero el bebé por suerte sigue vivo, aún con sus incipientes 7 semanas de gestación logramos encontrar latido, estamos tratando de estabilizarlos. Por favor sea paciente- termina de hablar el médico. ¿Un bebé?, ¿vamos a ser padres? Mi querida Nina por favor mantente firme y protege a nuestro bebé. Caigo sentado en una silla aún sin poder recobrarme de las palabras del médico, fue la noticia más hermosa de mi vida, seré padre, pero me enteré en la peor de las circunstancias. Mis bienes más preciados luchan entre la vida y la muerte. Luego de 5 días Nina y el bebé siguen internados, han tenido una notable mejoría y están fuera de riesgo vital. Nina aún continúa sedada, pero hoy la despertaran y quiero ser yo el primero en darle la noticia de que nuestro bebé viene en camino. Aún no he querido contarle a nadie de nuestra familia, no quiero que haya ningún tipo de presión. Seremos Nina y yo los encargados de anunciar la buena nueva, juntos. Una enfermera me invita a entrar a la habitación donde se encuentra internada Nina. Llevo conmigo una pequeña cajita dorada, en ella una ecografía que le realizaron hace dos días a nuestro bebé y un par de zapatitos diminutos. Al ver a Nina aún dormida aprieto la cajita contra mi pecho. -Sr. Miller vamos a proceder a quitarle el sedante a su novia, ella irá despertando poco a poco, a principio se va a encontrar confundida así que usted debe hablarle de forma calmada. Asiento con mi cabeza. -3,2,1…procedemos a bajar niveles del sedante- una asistente toma nota. Nina comienza a moverse muy lentamente, tratando de despertar. Veo como comienza a entre abrir sus ojos. Mueves los dedos de sus manos y las piernas. -Mmm… ¿Dónde estoy? - se lleva su mano a sus ojos para cubrirse de la luz. -Amor, Nina. Soy yo Ray- le tomo su mano. Ella dirige su vista hacia mí y me sonríe. Me reconoce, que alivio me dio eso. -Ray, la boda...la chica y su arma- comienza agitarse. -Calma cariño, está todo bien. Ya todo pasó ahora estás a salvo. La boda la haremos cuando estes mejor y será mucho más linda- Le beso la frente. -Cariño, ¿la sangre que corría por mis piernas? - se toca su entre pierna como pidiendo una explicación. -Fue sólo un susto, un gran susto- dejo que se calme por unos minutos. Al verla más tranquila tomo la cajita dorada. -Amor, quiero que veas esto- le pongo la caja en sus manos. Ella se incorpora yo la ayudo. - ¿Y ésta hermosa caja? - la mira mientras la desenvuelve. Quita la pequeña tapa y revela su contenido. No puedo explicar la cara que ella pone, decir emocionada es poco. - Ray…Ray, Dios mío, ¿es cierto? ¿Seremos padres? - suelta un llanto de felicidad apretando la imagen contra su pecho. -Así es cariño, serás madre de un hermoso bebé- la envuelvo con un gran abrazo mientras la beso en sus cálidos labios. Al día siguiente podemos volver con Nina a casa. Decidimos quedarnos en mi apartamento en el centro de la ciudad. Es bastante cómodo para ambos. Invitamos a la familia a una cena en una semana más, aquí en mi apartamento. Decidimos darles la noticia ese día a ellos. Los días trascurren con normalidad, Nina debe ir a 1control médico más durante esta semana. Esperamos que el bebé siga en perfectas condiciones. A ella ya le aparecieron las náuseas y ascos típicos del embarazo. Me da una inmensa emoción verla levantarse por las mañanas y acariciarse la barriga frente al espejo, cada mañana ella saluda al bebé. Dos noches antes de la cena nos quedamos conversando en el sofá. -¿Qué nombre te gustaría elegir para el bebé mi amor?- me pregunta ella mientras se acomoda el cabello. Cada día la noto más sensual. Sus hormonas han despertado el instituto en mí. Pero lo reprimo para seguir con la conversación. -Primero tendremos que saber si es niña o niño- le afirmo. -Bueno imaginemos, ¿si fuera niño? - me quedo pensando por unos segundos -Me gusta Raymond para que sea tan simpático como yo- trato de hacerla reír. Ella me mira con cara incredulidad- Es una broma cariño, me gusta el nombre Sean. - ¡Si me agrada mucho! ¿Y si es niña?. -Uhm…jamás he imaginado ser padre de una niña, difícil pregunta- muy adentro mío tengo temor de que si es niña herede la enfermedad genética que persigue a mi familia. Pero no quiero agobiar a Nina con eso ahora. Por suerte ella me interrumpe- A mi me gusta Emily y Alma- sonríe. -Pues son hermosos querida- me acerco y la abrazo por la espalda- Me parecen perfectos- beso sensualmente su cuello. Ella reacciona de inmediato a mis caricias, y suelta la cabeza un poco hacia atrás dejándome paso libre a su cuello. Lo recorro con besos pequeños, y agarrando de vez en cuando un poco de piel con mis dientes. Mis manos van directamente a sus senos, los aprieto entre mis dedos, pellizcando sus pezones en un solo movimiento. Ella me suelta un gemido. Mi cuerpo reacciona a su llamado y siento como se pone duro mi m****o, lo presiono suavemente con su culo y ella se arquea para hacer contacto con mi centro duro. -Nina eres exquisitamente sexy- le digo al oído mientras mis manos bajan directamente hacia su v****a. Le levanto el vestido y me encuentro con su diminuto calzón, froto mis dedos por encima de la tela y noto como se humedece de inmediato, eso hace que me ponga aún más caliente. Jugueteo con mis dedos un poco más subiendo y bajando por encima de su ropa interior, se que a ella le prende eso. Han pasado varios días desde que no tenemos un encuentro íntimo, estoy que exploto por ella. Mi cuerpo la reclama y la quiere poseer ahora ya. -Tómame Ray, hazme tuya- ella me implora. Esas palabras fueron para mí como bencina al fuego, actúo de inmediato y la giro. La presiono fuertemente contra mí agarrándola con una mano de la cintura y con la otra le comienzo a quitar su calzón, el vestido lo dejo ahí. Ella me agarra con ambas manos mi cuello y deja colgando su cabeza hacia atrás. Levanta una pierna y la apoya en el sofá para dejarme paso libre. La escena me parece demasiado caliente y mi p**e me pide salir, siento como palpita duro bajo mi bóxer. Me bajo el jeans lo más rápido que puedo, y luego mi ropa interior. Mi p**e emerge duro y venosos mostrando su cabeza enrojecida de calentura. Nina baja la vista y lo ve, noto como pasa su lengua húmeda por sus labios deseándolo. Lo agarro y lo acomodo en su entrada, pero primero lo froto amablemente contra sus labios jugosos. Y cuando ella vuelve a gemir la envisto, entro fuerte hasta su fondo, choco contra las paredes de su útero haciéndola vibrar. -Uhm…Ray, esto es delicioso- gime Nina Y yo la hago subir y bajar, se lo meto profundo y luego superficial, los cambios de velocidad la hacen excitarse más. Luego de que la he penetrado varias veces, salgo de ella y la vuelvo a girar. Hago que se arquea de frente al sofá poniendo ambas manos en los asientos de este. Le levanto un poco el vestido y veo ese culito redondito esperando por mí. Agarro mi m***o y lo masajeo para soltar más líquido pre seminal sobre él. Tomo mis jugos y se los paso por la entrada de su ano, eso la hace temblar. La acomodo acercando su trasero a mi falo duro y comienzo a introducírselo por su ano, ella se mueve para mí, se que lo desea y me lo dice. Sutilmente comienzo a entrar, hasta que veo que ella está cómoda y la penetro más rápidamente, agarro ambas nalgas y las atraigo hacia mi centro una y otra vez. Observo como sus pechos bailan libremente con mi cabalgata, estoy rozando el orgasmo y siento que ya no puedo más de placer. -Nina cariño me vengo dentro de ti- Pongo mis ojos en blanco y suelto toda mi leche dentro de su culito. Al sentir mi clímax ella se suelta y se deja llevar, se frota el clítoris para alcanzar más rápido su placer y lo logra. Acabando junto a mí. Me desmorono sobre su espalda exhausto y lleno de hormonas. Ella se deja caer en el sillón y ambos descansamos por unos minutos, yo abrazándola a ella por detrás.
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