Cuando el auto se detiene frente al club, bajo resignada a mi suerte. Arslan se abre paso sin mirar a nadie y todos se hacen a un lado. Su expresión es de no te metas en mi camino. Miro a las chicas que se reúnen a un costado, entre ellas Blair y algunas me miran sorprendí, otras con censura. Cuando entramos al túnel soy seguida por un Fran silencios y otro par de hombres que no había visto antes. Al llegar al salón, Arslan se detiene. No me mira, en cambio clava la mirada en Fran. —A mi oficina—anuncia antes de caminar por el pasillo. Fran no dice nada en cambio, endereza su espalda y lo sigue en silencio. Miro a ambos hombres que salen en silencio del salón —Así que es cierto—dice la voz de Eros entrando al salón. Viste como siempre vaqueros, camiseta y botas de motero. Su