Ese mes de diciembre James llegó después de la primera quincena para pasar las fiestas de fin de año. Viviría por primera vez el Shogatsu, con el Bonenkai, el Osoji y todas las tradiciones que en la segunda quincena de diciembre llenan los rincones de los hogares japoneses de color y buenos deseos para recibir el año nuevo, donde tener una mejor salud para la madre Nagata era el primero en ser pronunciado por todos los miembros de la familia. Aunque recibía los cuidados y tratamientos en casa, la condición de Mika no mejoraba, además de que no había un gran progreso en hallar a un donante. Hasta el yerno inglés se había sometido a los exámenes para saber si podría ayudar a la amada madre Nagata, pero fue otra desilusión. Sentados en la sala de la gran Mansión Nagata, James y sus cuñados co
