Empezando el verano, por el mes de junio, Mika empeoró considerablemente. En una noche tuvo dos infartos de los que pudo recuperarse al recibir la oportuna atención del personal médico que la asistía en la Mansión Nagata; sin embargo, debió ser internada en el hospital para una mejor evaluación. Al saber que su tiempo en esta dimensión estaba cerca de acabar, pidió hablar con Natsuki. A Mika le preocupaba mucho su menor hija, ya que era la única a quien no vería casarse, y al ser parte de un compromiso pactado, la madre Nagata temía que su hija no gozara de un matrimonio lleno de felicidad, con un esposo amoroso y comprensivo con la joven, ya que la frialdad y falta de expresividad gestual de Kenji le hacía pensar que no era el adecuado para su pequeña valiente soñadora.
- Disculpa por pe
