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2020 Words
-Seguro que este es el lugar?- Todo estaba apestoso, mohoso y los vagabundos abundaban. Era una parte de la ciudad que no había visto mucho y que me sorprendía, como un lugar que es tan lindo y lleno de turistas puede tener un sector de la población en condiciones tan malas? -Por aquí debe estar- Papa hablaba con seguridad, su informante le había dicho que la rubia dormía seguido ahí, debajo de ese puente roto, pero yo la verdad, aun tenia mis dudas. Mi opinión cambio cuando, avanzando unos dos minutos mas entre tanta gente putrefacta, escuche una suave música de jazz que me tomo por sorpresa, estábamos, poco a poco, saliendo de aquel lugar para adentrarnos en un espacio que, si bien no era mejor, si llevaba una gran diferencia en asunto de olor, desechos e indigentes. Era una calle un poco mas transitada, había una panadería y una heladería cerca, vi unos cuantos carros pasar y, al mirar en la siguiente esquina, estaba un chico afroamericano con un blazer algo viejo y desgastado que le quedaba un poco grande, un sombrero y un saxofón del cual salia una deliciosa melodía suave, justo a su lado, con unas delgadas piernas cubiertas por un pantalón de gimnasia un poco sucio, una sudadera y el cabello suelto y algo grasoso, esta ella, bailando ballet como si su vida dependiese de ello. La gente a su alrededor miraba a los artistas conmovidos, algunos daban dinero en otro gorro parecido al del chico que estaba en el piso, otras personas solo pasaban y seguían en lo suyo. Lo que sí, es que Annie estaba ida en su danza como si fuese su único escape, y tal vez, solo tal vez, lo fuera. -Gracias, Gracias, denle un fuerte aplauso a mi amiga Annie, sera su ultima presentación aquí conmigo, gracias!- El chico hablaba al terminar la pieza, mientras volvía a pasar el dinero frente a las personas que hacían un medio circulo a su alrededor y depositaban unos billetes o monedas. Nos fuimos acercando mas y mas a ellos y papa saco un billete de 100 de su cazadora y lo coloco dentro, el muchacho vio el billete y parecía que sus ojos fuesen a salir de un momento al otro -Wow!!! Muchísimas gracias, no sabe cuanto le agradezco- Lo miro con admiración y se que papa se sentía incomodo por tanta atención por la manera en que se removía, el siempre hace actos buenos por las personas pero, al momento en el que reconocen su acción, se cierra completamente, eso con todos excepto conmigo, gracias a Dios. -Quisiera hablar con tu amiga, puedo?- Pregunte al chico mientras el entraba en una conversación con papa cuando Ben le pregunto para que seria el dinero y el le hablaba de una escuela de música para chicos pobres o algo así, solo se que perdí a ambos, voltee a buscar a Annie y estaba sentada en la acera contraria, tomando una botella de agua, con la mirada perdida miraba los carros y a las personas pasar. Se veía como una dulce chiquilla perdida que espera que sus padres la rescaten, estaba sucia, mas delgada de lo que la vi en las fotos, su cabello rubio estaba grasoso, sus ojos de un celeste hermoso, tenían unas gruesas ojeras moradas debajo. Se veía destruida. -Annie?- Pregunte al acercarme. Ella me miro con desconfianza y arrugo la frente, saco un cigarrillo y lo encendió -Quien eres tú?- Su voz era mas suave de lo que uno pensaría al ser fumadora de cigarros -Soy... Conocí a Julia- Me senté junto a ella y vi bien cuando en sus ojos paso el entendimiento, se que la mención del nombre de su amor hizo que sus ojos se cristalizaran, por eso le saco otra larga calada al cigarrillo y volvió a verme un poco mas calmada. Aunque la tormenta en su mirada seguía intacta. -Cómo? Y, qué quieres de mi?- Pregunto con recelo- Te mandaron los Perri? -No!- negué con rapidez, no quería que pensara mal de mi- Mi padre y yo somos investigadores privados, estamos en el caso de Julia, pero también la conocí en la academia y sé lo dulce, amable y genial que era con todos. Por eso acepte el caso, me caía muy bien. Mi mejor amiga también te conoce a ti, su nombre es Shia Ella pensó un poco y después algo parecido a una sonrisa se puso en sus lindos labios, los cuales estaban un poco secos y maltratados, supongo que no bebe agua tan seguido como debería -Buena chica, muy loca- El ruso se noto en la rapidez de su oración y me hizo reír -Si, lo es. También conocimos a Patruska, esta preocupada por ti -Pat? Como esta? Esta bien?- Por fin dejo la coraza de chica ruda y me miraba con autentica preocupación -Si, lo esta. Aunque esta preocupada de ti y le haces mucha falta. -Y ella a mi...- susurro- Que quieres...? -Soy Lili. -Que quieres, Lili?- repitió- Querías encontrarme, aquí estoy, esto es lo que soy...- Alzo los brazos y miro al cielo con una sonrisa burlona que era mas una mueca. -Quiero saber el por qué, Annie. Ayúdame a saberlo. -El por qué de qué? -No te hagas la desentendida- hable con rudeza- Quiero saber por qué Julia se suicidó. Me miró como si hubiese entrado en shock, sé que fue algo cruel hablarle así pero necesitaba que reaccionara. Ella bajó la mirada y encendió otro cigarro. -Julia...-susurro el nombre como si lo estuviese saboreando, y sonrió con tristeza- La quería mucho, sabes? Y ella a mi, lo sé...- su mirada estaba perdida- Era el amor de mi vida. Nunca me había enamorado de otra chica pero supe que era especial en el momento en el que la vi. Dios! Como me hacia reír- de sus ojos empezaron a brotar lágrimas solitarias, una a una- Cuando me fui de casa, Julia huyo conmigo, nos fuimos a uno de esos apartamentos abandonados. No era un lugar bonito como al que ella estaba acostumbrada pero eramos muy felices, sabes? Teníamos unos ahorros por separado, un colchón y un viejo tv y estábamos bien. Incluso instalamos una barra en la pared con unos viejos tubos y unos clavos, para poder hacer estiramientos juntas- suspiro, aun sin mirarme- Sabes de las drogas?- volteo a verme y asentí en silencio- No las usábamos seguido antes, pero, el ocio es malo así que, con unos chicos de otro apartamento que también habían huido de casa, empezamos a hacer de todo un poco, probando cosas distintas- Otra calada al cigarrillo mientras miraba a lo lejos, sé que papá me estaba mirando pero no quise voltear a verlo, estaba muy entretenida viendo cada detalle del perfil de Annie, tan delicado como una figura de porcelana- m*******a, Ácido, era lo habitual para las fiestas, así que ellos nos dieron heroína y c***k para probar. Gran error... -Que paso, Annie? -Fallé- las lágrimas se triplicaron y sentí deseos de abrazarla pero me contuve- Un día fui a comprar un poco de comidas a dos cuadras y, cuando llegue, Julia estaba inconsciente, dos de ellos la estaban manoseando y el otro se estaba subiendo la cremallera, cuando me fijé bien, ella no tenia ropa cubriendo la parte de abajo de su cuerpo- Cerró los ojos con dolor como si no soportase imaginar la escena- La violaron, por mi culpa y no pude hacer nada. -Annie, no fue tu culpa, yo-- -Permíteme terminar- me corto- Esta es la primera y la última vez que contare esta historia, así que escucha con atención. Asentí, aunque ella ya no me miraba de nuevo. -Los saqué del apartamento y cerré con llave, la lleve hasta la ducha y rogué porque despertara, la lave y la vestí y cuando estaba arrecostandola en el colchón despertó por fin, tuve tanto miedo de...- suspiro- Cuando se le paso la droga, empezó a llorar, estaba recordando y yo no pude más que permanecer callada y llorar junto a ella. Ella decía lo mismo que tu, no es tu culpa, Annie. Todo estará bien, Annie. Debemos irnos de aquí, en otro lado serán mejor las cosas, Annie. Tenemos futuro- sonrió con ironía- Futuro, eh? Ja!- Rápidamente, se puso seria- Pensé bien que hacer esa noche, cuando ella por fin se durmió. Debía sacarla de ahí como fuese. Así que... Llamé a Gio. -Gio? El papá de Julia? -Sí. El no quería ni escucharme pero cuando le dije que Julia estaba conmigo, accedió. La sacó del apartamento sin decir nada, esa noche yo le había dado unos calmantes para el dolor así que no se despertó hasta el otro día cuando estaba en su cuarto y le dio una crisis nerviosa... -Y tu que hiciste, Annie? -Recogí lo poco que quedaba de nosotras, unas fotos, unas cartas y salí del apartamento. Busque gasolina y me metí al lugar de los chicos, ellos estaban dormidos, tenían una pipa de c***k en la mesa así que supongo que tenían un subidón. Los rocié a ellos y unas cuantas cosas alrededor, les lancé mi encendedor y salí corriendo- Hablo en tono neutro- Los maté, Lili- me miró sin una pizca de remordimiento en su mirada, y yo la entendí completamente. -Tampoco me siento mal por eso, Annie. Se lo merecían- La apoyé, ella hizo el intento de sonreír y se lo agradecí mentalmente- Pero, ¿qué paso con Julia?-Se quedó callada -Annie? Que paso después?- suavice mi tono y ella suspiro -Julia quedo embarazada de alguno de esos tipos y era imposible saber de cual, aunque eso tampoco importaba mucho. -¿Qué? ¿Y que dijo su familia?- Estaba completamente sorprendida con aquello, no me lo esperaba ni lo imaginaba, nadie hablo nunca de un embarazo. Ni siquiera de una huida por parte de Julia -Decidieron hacerle un aborto, estaba depresiva y solo lloraba luego de eso. No comía ni tomaba líquidos, no se duchaba ni se levantaba de la cama. Todo el que asomara la cabeza por su habitación, recibía algún objeto pesado que, si no esquivaba, podía ser mortal... -Y como sabes todo eso? Te permitieron verla? -El ama de llaves es mi madrina. Julia le ayudo a conseguir el trabajo- ella sonrió con tristeza- Mi tía dice que todas las noches me llamaba a mi. Pero ellos no me permitieron verla ni una vez. Luego del escape, doblaron la seguridad de la casa así que era imposible para mi entrar sin que me vieran. Y así, murió mi Julia. Esperándome a mi- su mirada en el horizonte ya marcado en el cielo, sus ojos hinchados de tanto llorar-Necesito que me hagas un favor, Lili. -El que quieras -Entrégale esta carta a Patruska- me tendió un papel- Y esto- se quito algo que tenia en el cuello, una cadena, y me la tendió, no supe de que iba todo eso pero la recibí en silencio, ella me miraba a los ojos y casi me pierdo en esa triste tormenta azul- Dile que la amo, que es mi mayor tesoro y que, donde quiera que este, siempre cuidare de mi hermosa hermanita. Dile que no tenga miedo, que yo ya no temo nada - me hablaba con una tranquilidad preocupante y se levanto de la acera, yo la imite -Pero, a donde vas, Annie?- ella me miro y, por primera vez, mi su sonrisa radiante ante mi -Con Julia... No comprendí el significado de sus palabras, me perdí en el sonido de un camión que venia a todo lo que da bajando por la calle frente a nosotros, el semáforo estaba en verde así que no había de que alarmarse, pero un grito de terror salio de mi boca en el segundo que comprendí todo y, cuando fui a sostener la mano de Annie solo alcance a tocar la elástica de sus pantalones, ella corrió frente al camión y al conductor no le dio tiempo de frenar. Dio un salto como esos que tantas veces hizo frente al publico en un acto de ballet y, así murió. Se fue con su amor.
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