—¿Hola? —La voz de Kelsey, resonó en mi oído. —¿Puedes venir por mi? —Pregunte directamente. —¿Tan rápido? ¿La tiene pequeña, verdad? —No estoy de humor para bromas. —Estoy en camino. Después de 10 minutos, Kelsey estaba en frente del edificio. Entre rapido al auto y me puse el cinturón, ella todavía no arrancaba. Gire mi cabeza hacia su dirección y sus ojos están perforando los míos. Le explique todo, ella no dijo ni una palabra y arranco el coche. —Tiene razón, Hel —Se limitó a decir. —Ya lo se —Dije en un suspiro. Después de unos segundos pregunte. —¿Me llevas a casa? —Olvidalo, esta noche vamos de fiesta —Siento decirte que no estoy del mejor estado de ánimo. —Lamento decirte que no me importa, vas a despejarte y beber... —Me miró de reojo— Mucho. Fuimos a la casa de Ke