CAPÍTULO TRES Kyra caminaba detrás de sus hermanos mientras seguían su camino de vuelta a la fortaleza, observando los problemas que tenían con el peso del jabalí, Aidan estaba a su lado y Leo, que ya había regresado de su propia cacería, pegado a sus talones. Brandon y Braxton batallaban mientras cargaban a la bestia muerta entre los dos, atada a las dos lanzas y colocada sobre sus hombros. Su expresión seria había cambiado drásticamente desde que habían salido del bosque hacia el cielo abierto, especialmente ahora con la fortaleza de su padre a la vista. Con cada paso, Brandon y Braxton recobraban más la confianza casi hasta su usual arrogancia y al punto de la risa, admirándose a sí mismos y jactándose de la que decían ser su presa. —Fue mi lanza la que lo rozó — le dijo Brandon a Br