Cuando desperté no sentí el brazo del Sr. Ernesto sobre mí. Me di la vuelta sobre la cama y ahí estaba él profundamente dormido. Lo observé por unos minutos era increíblemente guapo y estaba en mi cama, aún no podía creer lo que paso ayer. Sentí casi llegar al cielo con ese beso. Posé mi vista en sus labios que se me antojaban demasiado si así de apasionado era besando como sería en…. No no no tengo que evitar esos pensamientos o no me podré controlar la próxima vez. Era la primera vez que experimentaba algo así esa sensación adictiva de querer estar con él, ayer mínimo pudimos descargar algo de las emociones que habíamos contenido durante los últimos días, pero aún no era suficiente. Me levanté de la cama tratando de no hacer ruido y salí de mi habitación para entrar a la de