Salí del baño despacio, no se escuchaba ruido alguno ¿ya se habrá ido? Pensé. Rezaba porque así fuera. Eché un vistazo panorámico por mi habitación, mi corazón se tranquilizó al darse cuenta que Ernesto ya no estaba. Suspire de alivio. Mi hermano no tardaría en llegar así que me cambie con rapidez, me puse unos jeans, una blusa de cuello en v amarilla con encajes que hacía resaltar mi negra cabellera que decidí llevar suelta y unas ballerinas negras ya que quería caminar cómoda. Me acomodé mis aretes, unas pequeñas perlas que iban a juego con mi blusa. Me maquille un poco, me gustaba mucho los tonos discretos como marrones y rosados, a pesar de tener el cabello n***o sentía que se me veían bien. Salí de mi habitación directo a la cocina, por la mañana no tuve oportunidad