Me froté los labios con mi dedo índice, sonreí al recordar que estuve a punto de besarla. Me maldije por dentro de no haberlo hecho rápido. Cuando me acerqué a ella no se alejó, y cuando la iba a besar se mantuvo inmóvil, eso significaba dos cosas o que me tenía demasiado miedo que no lo creo tomando en cuenta el carácter rebelde que tiene o que le gustó también. Erik me sacó de mis pensamientos mientras tronaba sus dedos en frente de mi cara. - Tierra llamando a Ernesto… tierra llamando a Ernesto – se burló. Le fulminé con la mirada. - No me hagas enfadar Erik – le amenacé. El regresó a su asiento frente a mi escritorio, me escaneaba de arriba a abajo con su mirada jocosa. Traté de disimular mis reacciones tomando mi perfil serio de siempre. - ¿Por qué estás tan distr