Una vez que Stev terminó de reírse acerca de la desgracia de Ally, terminaron sentados en una mesa para dos, siendo que el dependiente del local tenía a Hermit a modo de prueba, quería evaluar la calidad de su trabajo allí mismo, aunque de por sí sabía que se desenvolvía bastante bien dentro del recinto.
Los clientes adoraban al nuevo integrante de la cafetería, pues era un chico de sonrisa encantadora, como solían decir las abuelas que quedaban embobadas por el trato tan sutil y bien dispuesto de un chico tan joven.
A pesar de todo, el joven Wallace intentaba hacer del negocio uno próspero en toda su extensión.
La cena a la cual había asistido junto a Frida, su hermana, no había sido grata tampoco, pero era deber de ellos bailar el son que le tocaran, en especial el que quisiera su pro
