Pierre estaba muy contento, porque al parecer le estaba yendo muy bien en su compañía de productos de limpieza en Los Estados Unidos, y podía pasar más tiempo en Europa con su familia y a su vez, podía conquistar a Astrid a la chica que le robó el corazón aquel día en la calle. Entretanto, Pierre y Astrid dentro del auto, van camino hasta el centro de la ciudad donde vive la joven cocinera; entonces, al rubio le da un poco de curiosidad el cambio repentino de su rebelde amigo, y porque ahora se hacía llamar jefe. —Y cuéntame Astrid, ¿Cómo es eso que ahora Andrés es el jefe de toda la mansión Cavalieri? —curioseó el rubio viendo a la chica con disimulo con las manos en el volante. Astrid, hace una pequeña risa sarcástica y le responde: —Si, ahora el señor Andrés va a ser el jefe de todo,