La mirada que me daba Kris era totalmente penetrante. No lo creía ¡Me había abofeteado! Antes de darme cuenta estaba llorando aún con los ojos bien abiertos; Kris aún estaba con los puños.
-Te lo advertí Gabriela...esto se acaba cuándo yo lo diga, o sea, nunca...-empezó a avanzar. -
-A...aléjate de mí...-Seguía retrocediendo con mi mirada puesta en Kris. Mi corazón empezó a acelerarse. A mis espaldas choque con algo. Cosa qué Kris no desaprovecho para acorralarme como la última vez, su mano estaba sobré mi cabeza. -D-déjame...-supliqué.
- ¿Por qué lloras amor? Solo te estoy corrigiendo, debes obedecerme. -dijo con voz tranquila. -
- ¿P-por qué...me haces esto? -sollocé. -
-Porque no dejaré qué me dejes Gabriela. Sino eres mía, no serás de nadie, no podrás liberarte de mí, nunca. -negué con la cabeza, tenía que liberarme de él ahora mismo. -
-Estás loco...-Kris sonrió. -
-Estoy loco por ti pequeña. -cerré los ojos cuando sentí su respiración en mi cuello. -Solo eres mía y me perteneces Gabriela; recuérdalo. -Mi respiración se volvió agitada al instante en el qué Kris beso mi cuello, no lo dude más y pateé su entrepierna lo más fuerte qué pude. -
Kris gritó de dolor. Oportunidad perfecta para que cayera al piso y me diera tiempo de salir corriendo. Mi mejilla aún dolía, por lo que no me detuve al verlo tirado en el piso quejándose.
- ¡Gabriela! -grito con voz entre cortada. Sollocé. Seguía corriendo. Las lágrimas empezaron a salir sin control, pero poco me importo, el pasillo de la universidad nunca me pareció tan largo.
Lo único que quería era ir a mi casa, esconderme en mis sábanas y creer qué este día nunca paso. Que nunca conocí a Kris Clark y qué nunca amaría a una persona como él.
Solo un pequeño giró de cabeza hizo falta para comprobar que Kris ya se había levantado. Estaba detrás de mí, pero por nada del mundo me detendría, claro que no. Miré hacia la derecha para encontrarme con un pasillo sin salida, sabía que en unas de esas puertas estaría el armario del conserje, pero la verdad dudaba en seguir escapando de él.
- ¡Gabriela! ¡ven aquí ahora mismo o de lo contrario será peor! -El grito de Kris me hizo reaccionar. Corrí hasta la puerta más cercana y para mi suerte era la del conserje. Kris todavía no había llegado tan lejos como para ver que estaba en el pasillo sin salida.
Trataba de relajar mi respiración para que Kris no me encontrara, el todavía no me había visto entrar al armario... ¿Y si volvía abofetearme? No lo toleraría más. Mi mejilla aún dolía. No podía creer que él me hubiese pegado; en realidad no quería creerlo, porque muy dentro de mi subconsciente sabía que Kris era capaz de eso y mucho más.
No escuchaba paso alguno de Kris o alguna señal. Me espanté por las constantes vibraciones de mi teléfono celular, sabía que eran mensajes de Kris. Negué con la cabeza y tomé mi celular, tenía que decirle a alguien qué me sacara de aquí. Busqué el número de Maddie, ella me sacaría.
Para Maddie: Maddie necesito qué me saques de aquí, por favor...
Envíe el mensaje esperaría su respuesta. Aún qué empezaba a impacientarme.
Mensaje de Maddie: Gabriela ¿Dónde éstas? la clase empezó. ¿Qué ocurrió con Kris?
Me alivié por que respondió, repongo la compostura y empecé a escribir.
- ¡GABRIELA! -mi teléfono se calló de mis manos gracias al susto. ¡Joder estaba en el mismo pasillo qué yo!, las lágrimas no se hicieron a esperar. - ¡Sal ahora mismo Gabriela! -di un saltito donde estaba a causa del estruendo en unas de las puertas. Sollocé en silencio y con dificultad escribía el mensaje.
Para Maddie: Es una larga historia solo quiero que me saques de aquí Maddie, por favor, Kris me ha estado persiguiendo. Estoy escondida en uno de los armarios del conserje, tengo miedo de que vuelva a lastimarme...
Maddie respondió casi de inmediato.
Mensaje de Maddie: ¡Oh por Dios Gabriela! ¿ese hijo de puta te pegó? ¡Es un bastardo! ¡Como se atrevió?!, no te muevas de ahí, iré en seguida con Jade.
Respondí con un simple "De acuerdo" al mensaje de mi amiga. Estaba un poco aliviada porque mis amigas me buscarían, pero aún seguía temblando por los golpes de Kris a las puertas.
Al fin pude estar tranquila cuando sus pasos se alejaron. Esto era una llamada de advertencia, una qué sería mejor hacer caso. De lo contrario no sé qué haría.
(...)
-Gabriela por favor sal de tu habitación hija. Tus amigas están preocupadas por ti y quieren verte. -la voz de mi padre se escuchó del otro lado de la puerta. Hace justamente una semana que no salgo de mi habitación salvo para hacer mis necesidades y comer.
Me planteaba el hecho de vivir en mi habitación y nunca salir de aquí y así no volver a ver a Kris nunca en mi vida. Pero mis padres tenían otros planes.
-Estoy bien aquí papá, diles que las veré en otro momento. -respondí. Pude escuchar el suspiro de decepción de mi padre. Ellos aún no saben que pasó y claro qué confió en ellos más no quiero preocuparlos. -
Miro la hora de mi reloj y esta marca las 4:55 de la tarde. Suspiré y me levanté de la cama, estiré mi cuerpo y me adentro a mi baño. Luego de lo que fueron unos siglos salí de mi baño ahora decidida a salir y darles la cara a todos. Busco ropa que ponerme y me decido por unos vaqueros negros, una playera blanca y una pequeña chaqueta de cuero n***o. Hice de mi cabello una cola alta de caballo. para después salir de mi habitación.
Ya en el piso de abajo, mi padre está hablando con Maddie quién sonríe al verme. Mi padre también. Sonrió de lado y llego hasta dónde está mi amiga.
-Me alegra que salieras hija. -mi padre besó mi frente. -Tengo que ir a por unos asuntos, si necesitan algo no dudes en llamarme. -asentí y mi padre salió de la casa dejándome con Maddie quién me abrazó. -
- ¡Dios! Gabriela nos tenías muy preocupados a todos. Al menos un mensaje confirmando que está viva serviría. -me regañó y estoy más que consciente de que me lo merezco. -
-No es para tanto. -Me encogí de hombros. Maddie me fulmina con la mirada. -
- ¡Faltaste toda una semana a clases! Ni llamadas, ni mensajes. Eso no es exagerar -chilló molesta. -
-Está bien...no quería encontrarme con Kris luego de eso. -Maddie asintió. -
-Gabriela, sabes que cuentas con mi apoyo y el de Jade, incluidos tus padres. ¿Ellos lo saben? -preguntó y negué. -
-No quiero preocuparlos, ya soy suficiente mayor para hacerme cargo de todo esto... Tendré que pensar como liberarme de Kris...-susurré. -
-Sabes qué no te dejaré hacer las cosas sola. Eres mi mejor amiga, casi hermanas. No estarás sola. -abracé a mi amiga. Agradecía que ella estuviera ahí para mí siempre. -
- ¿Como van las cosas en la universidad? -pregunté y Maddie suspiró. -
-Todo es un completo caos Gabriela, Kris esta fuera de control desde hace una semana la cual ha faltado a amenazado a todo y a todos. Siempre que tiene oportunidad nos pregunta por ti, nos reclama porque no contestas sus llamadas. ¡Incluso a amenazado al mismo director de la universidad! -pongo los ojos en blanco. -
-Siento que esté pasando todo esto, pero...Ya no quiero estar con Kris. -hice una mueca. - incluso si antes dije que estaría con él para siempre...-suspire. -Él siempre dijo que nuestra historia sería como la de la bella y la bestia... Muchas veces le pregunté él ¿Por qué tenía que ser esa historia? nunca hubo respuesta alguna, pero ahora lo tengo claro. Kris es una bestia posesiva...-dije Maddie asintió. -
-Y tú mi amiga eres su bella...todo tiene sentido, incluso si su historia es trágica al comienzo al final es maravillosa. -levante una ceja. -
-Nuestra historia no será igual...no habrá un final feliz. Se muy bien que Kris no cambiara. -me
Convencí de la realidad. -
-Lo mejor será dejar de hablar sobre Kris, creó que no eres la única que se la pasa hablando de él...-Maddie hizo una mueca de disgusto. -
-Si creó que tienes razón...- Suspiré
-ay Kris espero te vayas y no regreses nunca. -Pensé en voz alta. Maddie empezó a reír, aunque desconozco del por qué, muy en el fondo no quería que eso ocurriera. -
En las siguientes horas que Maddie estuvo aquí. me convencía de regresar a clases y aunque al principio me negaba no podía dejar las cosas a medias, no cuando pronto tendríamos que mudarnos a los dormitorios de esta. Rogaba y mis amigas estuvieran conmigo.
(...)
"Ya verás que todo será diferente una vez que estemos juntos... "
"¿Acaso no te importa como vayan las cosas con nosotros? Estas demasiado segura de que quieres empezar una relación. "
"¿Te digo algo? Nuestra relación será algo así como la historia de la bella y la bestia. "
—¿Por qué esa historia? -mire extrañada a mi novio. -
—Porque tú Gabriela, eres demasiado buena para mí, no te merezco, pero no te dejaré ir soy demasiado egoísta para hacerlo...-suspiró. - Ahora quizás no lo entiendas, pero, soy una bestia que no dejará ir a su bella...-el rostro de Kris lucia serió. Negué con la cabeza y Sonreí. -
—No importa que suceda Kris, estoy lo suficientemente segura para decirte que te amo y qué ese sentimiento nunca cambiará...
Que equivocada estaba...
"¡No me importa quién sea él no lo quiero ver cerca de ti Gabriela! "
"Prometo nunca lastimarte si tú prometes nunca dejar de amarme..."
—Lo prometo Kris...
"¿¡No has visto cómo te miran!? ¡Joder! ¿Por qué no entienden que eres mí?, Mí novia y de nadie más!"
—Kris eso ya lo sé, no tienes que estar celoso. Solo me importas tú y nadie más. -Sonreí y me paré de puntillas tomando en mis manos el rostro de mi novio. Dejé un pequeño beso en estos. —Te amo ¿queda claro? -Kris asintió. -
—Estaremos juntos por siempre. No importa que las cosas cambien ¿verdad? -asentí. -
—Por siempre...
Por siempre es una palabra demasiado corta cuando con ella comparas la realidad...
Con el tiempo Kris se mostró demasiado inseguro con respecto a nuestra relación. Pero poco a poco se fue abriendo.
Él verdadero Kris estaba ante mí. Amoroso, tierno y gentil. Y claro solo un poco celoso.
Era el Kris que yo amaba...hasta que simplemente cambio de la noche a la mañana.
"No quiero que hables con alguien que no sean tus amigas Gabriela ¿Queda claro? "
"Ningún hombre puede estar junto a ti. Entiende tú eres mía de nadie más. "
"No puedes mirar a otros, hablarles si quiera. ¿No lo ves Gabriela? ¡Quieren alejarme de ti! "
"¿Quién es ese chico y por qué lo vi salir de tu casa?"
—Solo es un compañero Kris, te...teníamos que hacer un trabajo juntos...-respondí Kris gruñó. -
—Pues dile qué se aleje y que busque otra compañera de trabajo. O yo mismo me encargaré de decírselo. -su mirada era otra, llena de odio. Mucho odio. -
"Sino eres mía, no serás de nadie ¿¡Entiendes!?"
"Dime que me amas... "
—Te amo Kris... Amo todo de ti incluido tus defectos, te amo...-y eso era cierto lo amaba. Pero todo tiene un límite y Kris lo había cruzado...
"Me perteneces..."
Despierto por el ruido de los truenos y la lluvia. ¿Cuándo había empezado a llover? Y como si no fuera poco era de noche. Suspiré y me abracé a mí misma. Me levanto de mi cama y camino rumbo a la cocina ya que tenía hambre.
Una vez abajo, noto que en el refrigerador había una nota amarilla. Seguramente de mis padres.
"Gabriela, tu padre y yo fuimos a una fiesta por negocios. Como estabas dormida no quisimos despertarte. Pide pizza o lo que quieras, nosotros llegaremos un poco tarde. Te amamos. "
Claro "Un poco tarde " ¡Eran las dos de la mañana por Dios! Me hubiesen dejado con una niñera. Suspiré y me preparé una botana. Di un saltito cuando un estúpido trueno resonó haciendo que mi piel se pusiese de gallina.
Subí hasta mi habitación, revisé unas cuantas cosas y luego me acosté en mi cama. Pero tenía la sensación de estar siendo observada. Negué con la cabeza eso era imposible.
-Deja de alucinar Gabriela no hay nadie aquí además de ti...-dije para mí misma. Estaba sola o eso pensaba. Cuando mire hacía el jardín trasero.
Alguien estaba ahí parado observándome...