La mañana siguiente me había costado mucho levantarme, me dolía la cabeza a más no poder. Mi cuerpo tenía un desgaste de energías el cual no era habitual en mí. En conclusión, tenía mucha flojera esta mañana, pero agradecía que era sábado. Además, esto significaba mañana domingo sería la fiesta de quién quiera que sea. Era habitual que un alumno cualquiera diese una fiesta e invitara a todos lo que estuvieran en la universidad.
Demasiado desastre si me preguntan a mí. Esos calenturientos que se hacen llamar estudiantes no saben tomar y cuando menos uno se lo espera el piso está lleno de vomito y gente que se quiere ligar y acostar con todo lo que se mueva. Si bien existe el dicho "A lo que nada nos cuesta, hagámosle fiesta."
Suspire y me obligue a levantarme de mi cómoda cama y aunque fuese cómoda pareciese que dormí sobre un montón de piedras. Luego de que Kris se fuera tuve que inventar la mentira más grande de mi vida a mis padres.
"-En una película que vi la semana pasada un tipo tiraba la puerta y quise intentarlo y ¡Oh sorpresa lo logré! -".
Mi padre dijo algo como:
"-No me hagas reír Gabriela ¿Cómo pudiste con la puerta? -"
Claro que mi madre estaba más que histérica por su puerta de caoba y dijo:
"-La próxima entraras por la ventana a ver si también puedes volar Gabriela."
Pero bueno al fin y al cabo dos semanas sin ver películas no era el fin del mundo, para eso estaba el cine.
Mi atención fue a parar hasta mi teléfono el cual estaba sobre mi mesita de noche. Mensajes nuevos se podían ver ahí. Desbloqueé el celular y vi que era Kris.
De Kris: Un total de 50 mensajes.
Negué con la cabeza no quería leer los mensajes de él. Rogaba que no estuviera molesto o algo por el estilo, antes solía emocionarme cuando llegaba, aunque fuese solo un mensaje de Kris, ahora lo que sentía era miedo.
Mensaje de Kris:
"Buenos días bebé en unas horas me iré con mi familia. Volveré lo antes posible de ser así."
"¿Te queda claro que no quiero que te acerques a otra verdad bebé? recuérdalo tú eres solo mía."
"Gabriela escuché que harán una fiesta el fin de semana. Te quedas en tu casa ¿vale?"
"Ya es un poco tarde bebé, ¿por qué no respondes? ¿estas con alguien ahora?"
"Gabriela sabes que detesto qué no me contestes los mensajes... ¿con quién éstas?"
"Estoy en el avión de mis padres para irnos ya...contesta los mensajes Gabriela."
"Me estoy enojando Gabriela y sabes que soy capaz de llegar al patio de tú casa en éste puto avión."
"Sino contestas llamaré para que lo hagas Gabriela."
"Tus amigas dicen que no éstas con ellas, ni tampoco en los lugares que frecuentas con ellas... ¿Dónde estás y con quién?"
"¡Me estoy hartando Gabriela llamaré ahora mismo joder! ¿¡Por qué haces las cosas tan difíciles!?"
Me quede con la boca abierta. ¡por su culpa dormí pésimo y solo porque es un poco tarde se está enojando!
Llamada entrante: Kris...
¡Y estaba llamando justo ahora! lo mejor sería contestar o de lo contrario se enojaría más...
- ¿D-diga? -musite. -
- ¿¡Que tanto hacías que no contestabas los jodidos mensajes Gabriela!? ¿Estas con alguien acaso? ¡Contesta joder! -mordí mi labio. -
-Estaba dormida Kris, recién me desperté...-dije sin titubear, esta situación me estaba cansando de la peor manera. -
- ¿Dormida a estas horas? ¿Acaso te desvelaste con alguien? -su tono era molesto. -
-No, pero alguien derribo a la puerta de mi casa y tuve que mentirles a mis padres para qué no me castigaran. -resoplé. -
-Esa no es excusa para que te acostaras tan tarde. -gruñó. -
-Kris por favor no quiero discutir ¿Vale? si no quieres que vaya a la dichosa fiesta no lo haré. -mentí. -
-Eso es, que buena chica. -juraba que tenía una sonrisa en su rostro. -Si obedeces las cosas salen bien Gabriela. -dijo. -Me tengo que ir y más vale que te quedes en casa. -gire los ojos ahora sí que tengo muchas ganas de ir a la dichosa fiesta esa. -
-Así será...suerte en la reunión familiar...-susurré. -
-Dime que me amas...-trague saliva. -
-Te amor Kris...-dije con voz suave. -
-Yo te amo más Gabriela...-esas simples palabras lograron estremecerme por completo. -Adiós...
-Adiós Kris...-colgué la llamada. ¿Por que las cosas tenían que ser tan difíciles? cuando estaba completamente segura de que quería cortarle solo llega y dice que me ama...esto no podía estar pasando...
(...)
- ¡Vamos Gabriela ya es lo suficientemente tarde! -chilló Jade. por mi parte estaba correteaba de un lado para otro. Kris paso todo el día anterior llamándome y justo como hoy era la dichosa fiesta me hizo jurarle que me quedaría en casa. -
Lo cual fue perfecto para decirle que estaba enferma y no podría contestarle las llamadas ni mensajes. Perfecto.
- ¡Ya, ya terminé! -digo saliendo con un vestido Blanco hasta las rodillas. Mi pelo en hondas estaba listo junto a un maquillaje ligero. -
- ¡Ya era hora! ¿Qué tanto tardabas? -Jade entre cerro los ojos. -Ohm ya veo, estas hermosa. -sonrío y pongo los ojos en blanco. -
-Gracias. -digo y miro la hora en mi teléfono. -Bien, ya podemos irnos. -digo. -
-La fiesta estará súper divertida. -río. -desde que entramos a la universidad no nos divertimos tanto. -asentí estando de acuerdo. -
-Si, por cierto ¿crees que a Maddie la dejen salir? -hago una mueca. -Su padre es muy sobre protector. -digo. -
-Tiene que dejarla y sino entonces recorrerá a usar su arma secreta. -miro extrañada a mi amiga. -
- ¿Arma secreta? -asintió. - ¿Cómo es eso? -pregunté. -
-Ya lo veras una vez que la busquemos. -suspiró. -
En poco tiempo estábamos en casa de Maddie una gran casa, pero modesta, a decir verdad. Las luces estaban encendidas por lo cual se encontraba aún en casa. Corrimos hasta la entrada tocamos el timbre y nos encontramos con una escena bastante graciosa.
- ¡Pero papá en la fiesta estarán mis amigas y Dylan, ellos cuidaran de mí! -chilló Maddie con un puchero. -
-Maddie no insistas. -se escuchaba decir a su padre, un hombre alto y apuesto para su edad. Sin duda Maddie saco su actitud. -
-Tío por favor deja que Maddie venga con nosotras. -suplicó Jade. -
-En lugar que insistir mejor hagan caso jovencitas. -frunció el Ceño. -
-Tenemos todo bajo control Señor Wilson. -Digo, desde qué conozco a Maddie y Jade sus padres siempre han tenido gran confianza en mí. -
- ¿Tú también estas metidas en todo esto Gabriela? -asentí un poco avergonzada. Naturalmente la del plan no fui yo. - ¿Qué tal si mejor se quedan y hacen una pijamada entre ustedes? -levantó una ceja. -
-Pero tío, nosotras tendremos mucho cuidado. -Maddie hizo un puchero estando de acuerdo. -
-Es cierto, si algo sucede le llamaremos. -dije. Al darme cuenta la madre de Maddie está recién llegando. -
- ¿Que está pasando aquí? -levantó una ceja la madre de Maddie. -
-Papá no quiere dejarnos ir a la fiesta mami. -Maddie se aferró al brazo de su madre. -
-Rick...ya tienes que dejarlas salir tienen 19 años. -dijo. Nosotras asentimos. -
-No irán. -gruño entre dientes el padre de Maddie. -
- ¡Rick/papá! -Maddie y su madre chillaron al mismo tiempo. -
-Está bien, está bien. Pero nada de licor, hablar con extraños, No acepten bebidas y menos de las de colores. -asentimos. - las quiero aquí antes de las dos. -se cruzó de brazos. -
-Pero es muy poco tiempo. -se quejó Jade. -
-Un momento chicas. -intervino la madre de Maddie, tomo a su esposo y se alejaron. Maddie sonrío un poco avergonzada. -
- ¿Creen que nos dejen ir? -pregunte. -Digo las fiestas empiezan tarde y terminan igual de tarde. -suspire. -
-Estoy segura de que mi madre sabrá convencerlo. -Maddie se encogió de hombros. -La fiesta estará divertida. -sonrío. -
- ¿Estas seguras de que no vas por una razón diferente? -Jade codeó a Maddie. -
-No sé qué de hablas. -negó con la cabeza. Sonreí ya sabía que sucedía. Normalmente Maddie no es muy Fanática de las fiestas y yo tampoco, pero es bueno divertirse de vez en cuando. -
- ¡Oh por favor Maddie no finjas! -chille. -Sabemos muy bien que te babeas por Dylan Collins desde que teníamos 12 años. -reí, mi amiga se sonrojo. -
- ¡No es cierto! -negó. Jade levanto una ceja. -
-No mientas Maddie, siempre te ha gustado Dylan y ahora que lo pienso un poco, está para chuparse los dedos. -sonrío maliciosa Jade. -
-Bueno...puede qué me guste solo un poco...-susurro Maddie de verdad era adorable como hermosa, sus ojos eran azules como su padre y cabello n***o como su madre. Piel pálida, de baja estatura, pero es mejor no dejarse engañar su carácter es fuerte. -
Nosotras seguíamos molestando a Maddie con que le gustaba Dylan Collins, el mejor en el boxeo, dicen qué su padre era un boxeador, pero bueno nos estamos saliendo del tema. Luego de la espera, la madre de Maddie salió con los labios rojos diciéndonos que ya nos podríamos ir a la fiesta. Sin tardar más subimos al auto de Jade. En menos de lo que canta un gallo ya estábamos en donde se realizaría la fiesta, la típica casa grande de alguien que tiene a sus padres fuera de la ciudad.
(...)
-No me la puedo creer...-mi boca se abre hasta mas no poder, lo que estaba viendo parecía irreal...me había mentido. -
Llevábamos al menos 3 horas aquí y solo me preocupaba el hecho de que Kris no me estuviera llamando u preguntando por mí, pero no ¡se estaba besando con una zorra todo este tiempo! la cuál no me tomo mucho descifrar que era Krystal. No tenían pudor alguno, ella estaba sobre el tragándosele el alma.
-Hijo de puta...-fruncí el Ceño. Aún que no sé por qué tenía unas enormes ganas de llorar en estos momentos. ¡no Gabriela, no merece tus lagrimas!, Pero ¡joder estaba lo bastante enojada en estos momentos! -
-Gabriela ¿Qué ocurre? ¿Por qué te separaste? -Jade me miro preocupada, solo pude guiarla con la mirada, ella misma confirmo lo que estaba viendo. -No me jodas...-asentí. -
-Necesito tu teléfono Jade. -dije conteniendo la ira en mí.
Mi amiga me miro desconcertada. -Ahora si tendré razones, pruebas y motivos para terminarle. -sin rechistar me dio su teléfono. Le había tomado al menos unas cinco fotos. -
- ¿Ahora que harás Gabriela? -preguntó. -
-Tengo que ver hasta donde sigue esto. -dije. - Escondámonos. -Jade asintió y esperamos hasta que al par ese les diera la gana de moverse. Como si mis plegarias hubiesen sido escuchadas, se levantaron y subieron las escaleras. -
Ahora lo comprendía todo.
Las miradas de lastima.
Los susurros a mi espalda.
Todo este tiempo había sido la "Estúpida que no se da cuenta de nada."
Esta me las pagaras Kris...
Tenía la mandíbula tensa, mis sospechas estaban más que confirmadas cuando empezamos a escuchar gemidos de la zorra esa. Lo peor de todo esto es qué ese idiota me reclama como suya, ¿Porque no solo se va y ya? ¿Por qué tiene que hacer todas estas cosas? No quería seguir escuchando como se revolcaban.
- ¡Ah!¡sí!¡ más Kris! ¡por favor más!¡Aaaah! -
Mire de reojo a mi amiga quien estaba igual de molesta o más que yo en estos momentos. Suspire con pesadez, me aparte de la puerta y Jade igual.
- ¿Ahora ya comprendes que terminar con ese desgraciado es lo mejor? -asentí. -Vamos amiga, creó que la fiesta término para nosotras. -asentí nuevamente. -
Bajamos de la segunda planta donde se encontraban todas las habitaciones, al llegar abajo había muchas más personas. Había perdido de vista a Jade, pero ahora buscaba a Maddie con la mirada y nada. Bufé y me adentré al mar de personas, evitando que los adolescentes borrachos me tocaran porque justo ahora era capaz de darle a alguien un buen golpe.
Luego de dar tantas vueltas me encontré con mis amigas, Maddie estaba algo perdida y con una gran sonrisa en su rostro. No pregunté el por qué ya que no tenía muchas ganas de hablar, después de todo pronto llegaría la semana y quiera o no tendría que verle la cara a Kris...
Sin embargo ¿Porque dolía tanto? ¿Porque tenía las inmensas ganas de llorar? ¿Por qué aún después de todo lo seguía amando? Creó que era una masoquista o algo así.
(...)
La mañana del día siguiente no tenía ánimos para nada. Quise quedarme en cama, pero luego recordé que faltar a clases no es muy buena idea que digamos, por lo que tome una toalla y me adentre al baño. Sin evitarlo deje que unas cuantas lagrimas salieran de mis ojos, sollocé no muy alto, no quería que alguien se diera cuenta de ello. Luego de unos minutos estaba lista para ir por fin a la universidad.
Y claro mandar a la mierda a Kris Clark.
Desde que me volví novia de Kris siempre me recogía a eso de las 7:30 de la mañana. Estaba adelantada, pero prefería irme que estar junto a él y ser una hipócrita pretendiendo que nada pasaba. Negué con la cabeza y tomé todas mis cosas. Fui de camino a la casa de Maddie, como ya hace un tiempo no hacía, Kris trato de alejarme de mis amigas, pero claro ellas siempre perseveraron y nunca me dejaron.
Maddie al verme se sorprendió, pero no preguntó. Su padre nos llevó ya que aún Maddie no conducía. Jade si, pero esa es otra historia, al llegar a la universidad no quería hablar púes sentía todas las miradas puestas en mí, lo sabía. Kris estaba en la fiesta besándose con la zorra de krystal, claro no podía faltar que todos los que asistieron vieron dicho espectáculo para al día siguiente murmurarlo y burlarse.
-Estas muy callada Gabriela... ¿Qué pasa? -me detuve a mirar a mi amiga. -
-No pasa nada Madd. -dije sin ánimos. ella frunció el Ceño. -
-Gabriela te conozco muy bien como para no darme cuenta de qué algo no anda bien contigo. -dijo. - ¿Pasó algo en la fiesta? -asentí. -lo sabía, vamos ¿Que ocurrió? -pregunto nuevamente. -
-En la fiesta vi a Kris. -los ojos de Maddie se abren de par en par. -Quiero decir qué lo vi, pero él ni siquiera notó mi presencia, estaba ocupado en otras cosas. -gruñí. -
- ¿Exactamente que viste Gabriela? -pregunto. -
-Maddie lo vi besándose con krystal. -no sé por qué sentí un mal sabor de boca al decirlo. - ¡El muy maldito me exige que no lo deje, ¡qué no vea a otros chicos y aparece con esto! ¡dijo que estaría con su familia! -mis ojos empezaron a picar. -
- ¿Como alguien puede ser así de cínico? -mi amiga me miro indignada. - Yo misma me encargaré de quitarle la hombría por ser tan hijo de puta. -negué. -
-No es necesario que lo hagas Maddie. -ella me miro molesta. -Yo misma me encargaré de mandarlo a la mierda. -apreté mis puños. -
-Así se habla. -dijo. -Levanta el ánimo Gabriela, no debes llorar por alguien como Kris. -dijo. -
- ¿Desde cuándo crees que lo hace? -suspire. - Todos sabían lo que hacía y por tenerle miedo a Kris nadie dijo nada. -murmure. -
-No sé qué decirte, más que le cortes de una buena vez Gabriela...y cuando estés preparada para volver a amar nosotras te apoyaremos. -Maddie sonrío un poco. -
-Si...puede que quizás lo vuelva a hacer...-baje la mirada, no tenía muchas ganas de seguir la conversación, no cuando mis pensamientos eran todos sobre Kris. -
-Qué te parece si vamos a clases y luego vemos películas y comemos helado en tu casa ¿vale? -Maddie rodeo mis hombros con sus brazos. -
-Vale. -dije, luego de eso nos encaminamos hasta el salón donde nos tocaba la primera clase. -
Rogaba no encontrarme con Kris de otra manera perdería la cabeza. -
(...)
Caminaba a paso apresurado ignorando los gritos a mi persona, todas las miradas caían sobre mi pero no podía importarme menos. Kris a estado llamándome por todos los medios, incluso le pedí a mis amigas no comer en la cafetería.
Ahora no sabía dónde ir, pero cualquier lugar donde no estuviese Kris está bien para mí. Apresuré el paso para no ver a Kris.
- ¡Gabriela regresa ahora mismo! -grito aparentemente enojado, lo ignore. - ¡Gabriela! -volvió a gritar, en menos tiempo de lo que pensé estaba corriendo. -
¿Por qué me hacía esto? ¿Por qué se metía con otras chicas y decía que me amaba? ¡Maldito posesivo de mierda eso es lo que es! Me percaté de que estaba en el patio de la universidad, no había nadie, me detuve al no escuchar la voz de Kris. Pude respirar con tranquilidad, aún trataba de recuperar el aliento, eso había sido suficiente ejercicio por hoy.
-Con que aquí estas...-esa voz hizo que se pusiera la piel de gallina. Efectivamente era Kris, estaba de espaldas a él. - ¿Por qué me ignoras Gabriela? -gruñó. -
No respondí, no lo haría. No cuando sentía qué en cualquier momento me echaría a llorar.
-Gabriela respóndeme y da la cara cuando te hablo. -exigió. -Tú lo pediste. -mi mano empezó a doler, gemí bajo cuándo Kris la tomo haciendo que me girara al. -
- ¿Qué quieres? -dije entre dientes, el río irónico. -
- ¿Que quiero? ¿Estás hablando en serio? "¿Que qué quiero?". Joder me has estado ignorando y sabes que no lo soporto. Pasé a buscarte y no estabas, te envíe mensajes y trate de comunicarme contigo. ¡¿Y te atreves a preguntarme que quiero?! -gritó. -
- ¡¿Porque simplemente no me dejas en paz Kris?! ¿Por qué me lastimas si dices amarme? ¡déjame! -me zafe de su agarre. -
- ¿Qué demonios éstas diciendo Gabriela? ¿Por qué dudas de mi amor por ti? ¡Claro que te amo joder! -sus ojos tomaron un color oscuro. -
Reí irónica ante él.
- ¿Como puedes ser tan hipócrita y cínico? Dime Kris ¿eh? -tense la mandíbula. - ¡Te vi besándote en la estúpida fiesta esa con la zorra de krystal Adams! -grité, el rostro de Kris cambio. - ¡Y no solo eso, sino que se fueron a una habitación! -gruñí. -
-No sé de qué éstas hablando. -Me contestó mientras me fusilaba con la mirada. -
- ¡No te hagas el idiota Kris! -lo reté. -
- ¡A mí no me levantas la voz Gabriela soy tu novio! -grito enojado. -
- ¡No, ya no eres mi novio! ¡Ya no quiero nada qué ver contigo Kris! -grite enojada también. -
- ¡Tu no terminaras conmigo porque eres MÍA! ¿Entiendes eso Gabriela? ¡Me perteneces! -se acercó a paso amenazante. -
- ¡No le pertenezco a un puto cínico como tú, ni a nadie, ya déjame en paz no quiero verte! -retrocedí unos pasos aún con la cabeza en alto. -
-Me perteneces...-dijo esta vez sin levantar la voz. -Me perteneces, no me dejaras Gabriela, esto se acaba cuándo yo lo diga. -siguió avanzando. -
-Kris lo nuestro se ter...-no alcance a decirlo completo porque mi mejilla empezó a arder y doler demasiado. Mi rostro estaba de lado, abrí mis ojos de par en par. -
Kris estaba con los puños apretados y el rostro rojo de la ira. Él me había abofeteado...