—Lo sé —resopla su nariz con cansancio—, pero ella es asunto mío, permití que dijeras todas esas cosas para no dejarte mal, pero no lo vuelvas a hacer. —Lo hice para ayudarte. —Se ofende un poco. —Y no lo dudó, pero eres tan especial para mí que no quiero que nada lo arruine, no quiero que lidies con mi mierda. —Se inclina y besa su espalda. Sam se mantiene en silencio, pudo sentir nuevamente esas mariposas en el estómago, así que por alguna razón lo entendería y no lo presionaría. Ale solo quería que su estadía fuera lo más cómodo para que no se fuera. Alessandro se aleja de Sam y busca ropa en su armario para vestirse, hoy no haría mucho, su día sería improvisado. Una vez vestidos los dos, Alessandro admira la belleza de Sam pues se había arreglado muy bien, está sencilla, pero linda