Apaga su cigarro y se levanta dirigiéndose a la cocina encontrándose con Sam, la obligó prácticamente a irse, pero ella no quería así que la puso a escoger, se iba con él o se quedaba y luego se iría sola, eso frustró a Sam, por lo que decidió irse con él, ella caminaba delante y Alessandro la empujaba para que apresurara el paso. —Más despacio que me duelen los pies —ella se queja por su aptitud. —Perdón nena, es que tengo prisa —ella se detuvo en la puerta principal, se volteó para verse las caras y rodeo sus abrazos alrededor de su cuello. —¿Qué es lo que te tiene apurado papi? —está confundida. Para la suerte de Alessandro la puerta inicial se abre dejando ver a María con vestido corto y rojo, ella no tenía llave, simplemente habían dejado la puerta abierta para los invitados por s