Sam bajó su piernas y se sentó, él la tomó por la cintura y la halo a él haciendo que sus sexos estuvieran juntos pero sin introducir su m*****o en ella, con una mano toma la nuca de Sam y la arrima para unir sus labios en un ósculo, él quería que ella probará el sabor de su v****a que había quedado en sus labios.
—Sabes rico —dice cuando la deja de besar.
—Tienes razón —responde pícara poniéndose de acuerdo con él.
Ale la besa de nuevo, pero un beso corto, y para que él no dejará su labios, ella mordió su labio inferior suavemente halándolo hacía ella.
Mientras se besaban, ella toma la v***a de Alessandro entre una mano y esta la comienza a bajar y a subir, Se siente tan bien cómo ella me masturba.
«¡Oh por Dios! ¡Que rico!», piensa Alessandro.
Bajaba y subía lentamente, ella sabí
