—¡Oigan! —trata de decir ya que está algo ebrio— Deberíamos ir a la playa todos algún día, ¿no? —hace una extraña sonrisa. Varios estuvieron de acuerdo con la idea de Agustín ebrio, aunque era gracioso su actitud tenía buenas ideas. María se encontraba al frente de su pareja favorita, noten el sarcasmo, ya que en su mirada era notable que no le agradaba para nada Sam, ni si quiera lo disimulaba, Alessandro no sabía cómo sentirse en esos momentos tan incómodos cuando a Sam le tocaba a hablar y María no la toleraba. —Iré a tomar agua —Le avisa a Alessandro y este asiente. Ella se levanta, pero él la jaló del brazo para que cayera nuevamente en sus piernas y así unir sus labios en un cálido beso. El deseo entre ellos era tan fuerte que podrían cogerse ahí mismo, pero se separaron del b