Han pasado un par de días desde que llegue del hospital. Dos días en los que, si no salgo de esta habitación, voy a volverme loca. La familia de Alessandro ha sido muy amable, y se han preocupado por mí. Eso, no hay como pagarlo. En cuanto a Alessandro. Bueno, está algo diferente. Ha sido amable, en las noches se asegura de que estoy cómoda y he tomado mis analgésicos. Oficialmente, la pared de almohadas se ha ido, y compartimos la cama sin problema. Me acerco a la ventana, y miro a través de esta. Puedo ver la hermosa mañana. De repente, una risa estridente y desagradable llama mi atención, y miro atenta como Alessandro camina junto a un grupo de personas. Y, vislumbro una figura conocida. Una mujer alta, curvilínea, de cabello castaño claro. Están más cerca y es imposible no recon