CAPITULO 20

455 Words
—No entiendo porque Geovanny solo te dejo bailar, es muy raro viniendo de él, pero siendo asi aprovecha, estar con hombres sin tu consentimiento es muy humillante, doloroso y tú te ves muy elegante y fina para que vivas esos horrores. No obstante, ten cuidado con Susy, ella es envidiosa y el saber que tienes ese privilegio te va a odiar más de lo que ya lo hace, asi que no confíes en ella. Te diré un secreto porque siento que puedo confiar en ti. Tratare de que nos saquen del país y nos envíen a Alemania, quizás allí podamos escapar, pero por ahora mejor durmamos, después hablaremos de eso, necesitaras estar despierta toda la noche ya que así es este desgraciado trabajo. Después de esa breve charla que mantuvimos ella se dirigió a su cama mientras yo me quede en la mía tratando de dormir, acurrucada e intentando cubrirme del frio con las mantas que habían, las cuales lucían muy desgastadas. Pasado unos minutos me fui adormitando hasta que logre conciliar el sueño. Mientras Melania trataba de descansar en esa fría bodega donde las trabajadoras de ese club nocturno suelen descansar, Pierre continuaba la incansable y desesperada búsqueda. Debido a los cambios de horario, en París eran las dos de la tarde cuando los investigadores fueron a dar el segundo reporte. —Señor Dubois, de acuerdo con lo que usted y el señor Strauss alegaron del señor Masterson y lo que investigamos de él, lastimosamente el susodicho tiene la razón, lo es porque en las horas que sucedió el secuestro se encontraba en una rueda de prensa, aparte de eso el auto no encaja con los que usa su personal —¡Rayos! y ya paso un día ¿Aún no consiguen detalles ni nada que permita ubicar el auto donde se la llevaron? —Todavía no señor Dubois, pero siguen detallando más de cerca el vídeo de las cámaras de seguridad, hoy quedaron en darnos los resultados de lo que han podido encontrar. Clara apareció en la oficina donde Pierre y el detective hablaban, aproximándose con cafés para ambos. Pierre después de dar un breve sorbo a la bebida dispuso a salir sin dar explicaciones. Lucia molesto e indignado que lo único que venía a su mente en esos momentos fue dirigirse al garaje. Acto seguido selecciono unos de los autos que estaban allí para subir en él y salir de la mansión. Necesitaba encontrar respuestas por su cuenta en vista de que aún no se encontraban nada que diera indicios de donde encontrar a los respectivos culpables. Antes de atravesar la verja, Franco aparecía, interponiéndose en medio para que Pierre se detuviera. —Voy contigo a donde sea que vayas, Pierre.
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