Estando completamente expuesta ante ambos detallaban cada parte de mí, dejando con ello una fuerte sensación de incomodidad y humillación por este vil hecho que estaba ocurriendo. Al no poder hacer nada para cambiar esta situación solo lo soportaba.
—¡Vaya! es increíblemente hermosa. Bien niña, vístete —ordenaba el hombre llamado Geovanny.
Debido a esto que refería me vestí rápidamente mientras permanecía ocultando las lágrimas que aun salían de mis ojos, seguido de eso tome asiento de nuevo para continuar prestando la debida atención a la conversación que sostenían.
—Antonio, a esta encantadora chica no la pondré a trabajar de la misma manera que hago con mis niñas especiales, sabes a qué me refiero, sería un desperdicio, es muy bella y no me agradaría que mis clientes la lastimaran, por esa razón pienso que su oficio será la labor de stripper. Es lo que puedo hacer por ella. Estoy seguro que con ese cuerpo que posee, me ayudara a traer más clientes
—No me importa lo que hagas con ella Geovanny, en realidad me da igual la labor que impongas para ella
—¡Que cruel de tu parte, Antonio! pero respóndeme la duda que tengo ¿de quién se trata? porque su nombre me sigue pareciendo conocido
—Mi querida Melania, Geovanny, es una reconocida modelo francesa, pero la pobre perdió la memoria para su desdicha y por ello no tiene noción de quien es —cada palabra que mencionaba la escuchaba con mucha atención ya que sabía que de esa manera podría descubrir quién era
—Que increíble lo que me cuentas, pero ¿debo tener cuidado? lo digo porque no creo que la hayas traído de manera legal ¿o sí?
—Digamos que no, pero no tendrás problemas con ella, Melania es parte de una venganza que estoy haciendo en contra de alguien que quiero que sufra mucho y sé que de esta forma lo estoy logrando.
Escucharlo de nuevo mencionar que hacia una venganza contra alguien me hacía tratar de recordar a quien se refería, aun asi no podía, no recordaba nada.
—De acuerdo, confiare en ti y pagare como acordamos —como si realmente fuese una mercancía subió un maletín a la mesa con mucho dinero, de acuerdo a sus palabras esa cuantiosa suma era el p**o por mi
—¿Quieres despedirte de ella?
—No, y haz lo que te apetezca, no me importa si sufre, realmente para eso la traje.
Escuchar cada palabra de odio de parte de ese hombre hacia mí, me lastimaba cada vez más. Antes de marcharse observaba cómo se despedía de Geovanny mientras llevaba consigo el dinero. Posteriormente a través de una sonrisa en los labios me miraba por última vez para de esa manera retirarse.
Me sentí tan desdichada y acongojada ya que no sabía que sería de mi vida estando en este lugar, de la misma forma mi corazón me transmitía una profunda angustia como si me fuesen arrebatado parte de mí ser.