ANDREW Llegué a casa de Alex y como ya lo imaginaba, Ev ya me estaba esperando, con nada más y nada menos que Judith, miré a los chicos, quienes solamente se encogieron de hombros y nos dejaron a solas. Sus rostros no auguraban nada bueno, sino al contrario. Y entonces, como si un ser verdaderamente endemoniado las hubiera poseído, comenzaron a gritarme. —¡Eres un imbécil Andrew!, ¿Cómo te atreviste a hacerle todo eso a la pobre de Alice?, no me quiero ni imaginar cómo se debe de estar sintiendo justo ahora, jamás debí dejar que siguiera a tu lado, sabía que la terminarías de destrozar algún día, pero no imagine que a tal grado —Ev, fue la primera en hablar. —¿Por qué la trataste de esa forma?, ella ha dado todo si para que su relación funcionara, no puedo creer que no te pudieras guar