—Tu mirada dice todo el tiempo las ganas de morir que tenes.— Aseguro acomodando sus cabellos... Ella sonríe. —No sabía que tanto.— Traga saliva. —Por más risas que tengas, o buen sentido del humor, cuándo alguíen te hace un chiste, ese chiste, no llega a tus ojos.— Suspira mirándola sincero. —Lo intento.— Suspira parpadeando. —Y es normal... Pero para eso estoy.— Mueve su boca y mira la suya... —Para ayudarte a salir, dejame hacerlo preciosa...— Acerca su boca a la de ella, mojando con su lengua sus labios, adentrándose en la boca de Adela, quién, a pesar de no querer por su propio orgullo, lo recibe con muchas ganas. Sus largos dedos se extienden a Adela, los pies de la castaña se mueven hacía él, para aceptar el gesto de la caricia. Demian sale del beso, mientras que Adela lo m